Pues
ya han empezado las finales de la NBA. Warriors contra
Cleveland.
Y en
Cleveland precisamente se desarrolló la historia que os traigo hoy. La de un
jovenzuelo que en el siglo XIX consiguió sus primeros 50 dólares pintando
piedras y vendiéndolas en la escuela. Pero no creáis que se
gastó esos 50$ en chuches, no. Se los prestó a un amigo de su padre con un tipo
de interés del 7%. Un lince el chaval.
A los
16 años empezó a trabajar. Y a los 19 años instaló su propio negocio (de café),
que a pesar de los magníficos rendimientos que le procuraba, no terminaba de
satisfacerle porque veía claro lo que no veía nadie más: que el petróleo iba a
ser el combustible del futuro. El éxito estaba ahí y no en el
café.
A los
23 años invirtió 4.000$ para formar parte de la empresa petrolera Clark, Andrews
& Co. Empresa que compraría 3 años después por 72.500$. Y que iría
expandiéndose hasta convertirse en Standard Oil, que fue cuando vino todo lo
demás: no solo la
explotación. También la refinación y el
transporte.
¿Lo
habéis adivinado ya?
John
Davidson Rockeller es considerado el hombre más rico (sin contar las Casas
Reales) de la Historia Universal.
Y todo se puede resumir en dos
datos:
· Confíó en lo que nadie confiaba
· Fue siempre fiel a su lema: No trabaje por el dinero. Deje que el dinero
trabaje por usted.
Y
ahora es cuando os doy dos buenas noticias
La primera es que ya nadie confía en nosotros (salvo tú, que sigues
ahí)
Y la segunda es no trabajamos para estas combinaciones, pero quizá
ellas…
LA
PRESILLA
Nunca
hemos tenido
152
millones de euros tan cerca
No hay comentarios:
Publicar un comentario