viernes, 30 de julio de 2021

Ya no quiero ir a Kiribati

  

Es verdad. Ya no quiero ir a Kiribati. Ahora quiero vivir en Palau. Está un poquito más al oeste que Kiribati. Cerca de Mindanao y por encima de las Moluccas.

El clima debe ser muy similar. Los paisajes no los he visto, pero seguro que también son paradisíacos. Pero por lo que me ha vuelto loco este lugar es porque allí me puedo convertir en un deportista de élite. Mi mentor, mi guía es Shawn Dingilius-Wallace. 

Dingilius es un nadador de 27 años, especializado en estilo libre, que ya representó a su país en los Juegos Olímpicos de 2016 y lo ha vuelto a hacer ahora en Tokio. Ostenta el récord nacional de Palau de los 50 metros con un tiempo de 26.78.

Este hombre es un canto a la Esperanza, pero no os voy a explicar más porque esta es de las veces que una imagen vale más que 1000 palabras.

 



Cuando crees que algo es imposible, siempre aparece alguien como él para demostrarte que nada es imposible. Extrapolad esto a nuestras combinaciones. Veréis qué ilusoncilla os va recorrer la tripa (nunca mejor dicho).

Os recuerdo las combinaciones que jugamos esta semana. Última oportunidad de julio.

 





 

 

 





Deseando que nos toque el Gordo…

…de la Lotería.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SWIM-WORLD-MEN-2019 : Fotografía de noticiasSWIM-WORLD-MEN-2019 : Fotografía de noticias

viernes, 23 de julio de 2021

Juanjo Cardenal

Como ya os he ido comentando, hemos cambiado de titular.

Y eso implica que yo me eche a un lado para dejar paso a Ricardo, el nuevo administrador.

Esto no significa que me vaya a jubilar (ya me gustaría), simplemente que enfoco mi carrera profesional en otra dirección.

Y hablando de jubilaciones, ayer curiosamente me dio pena enterarme de la jubilación de una persona que en realidad no conozco de nada. Se trata de Juanjo Cardenal. Si no sabes quién es, probablemente sea porque te interesan más (no te culpo) los cotilleos de la prensa rosa, que los programas frikis de La 2.

Juanjo Cardenal era la voz del programa Saber y Ganar. Todo el mundo habla de la longevidad de Jordi Hurtado, pero Saber y Ganar es un programa que empezó en febrero de 1997, dirigido por Sergi Schaaff con una plantilla compuesta por Jordi Hurtado, Juanjo Cardenal y Elisenda Roca, que fue sustituida en 1999 por Pilar Vázquez. Y 24 temporadas después, siguen los mismos, salvo Juanjo Cardenal que se jubila y será sustituido por Elisenda Roca (la del Cifras y Letras –otro mito-).

No sé, yo creo que es una auténtica joya. Algo que dure más de 24 años con la que está cayendo, parece mágico. De hecho, yo me pongo a pensar, y aparte de mi matrimonio y mi Vespa, no se me ocurren muchas más cosas.

¡Pues imaginaos en Televisión! Al ritmo que deben ir las cosas ahí. Y sin embargo, que este equipo permanezca intacto es milagroso. Muchísimo mérito.

Otra cosilla que me da pena es el formato que hemos adoptado últimamente de la Peña, que desde hace un tiempo es mensual. Sin duda, es infinitamente más cómodo para nosotros, pero cuando era semanal, me podía permitir el lujo de comprar de vez en cuando una participación para regalársela al personaje del que hablaba esa semana. Recuerdo haber regalado una Iñaky García, a Rayito, a una investigadora cuyo nombre no recuerdo, a la organización CRIS contra el cáncer y a alguno más.

Esta semana regalaría una a Juanjo Cardenal para que la compartiera con el equipo, pero al estar el presupuesto cerrado, me es imposible.

En cualquier caso, vaya desde aquí mi homenaje.

Y como pretendo hacérselo llegar de alguna manera, evitaré decir que mi amiguete Carlos Iribarren (que por cierto, no sé si llegó a concursar ahí, creo que no), en sus espectáculos, tiene una parodia en la que imita a Jordi Hurtado y dice algo así como“Saber y Ganar, el único programa de la Televisión en el que… la azafata no está buena”.

En fin, sé que lo dice desde el cariño, porque es otro loco del programa, como yo.

Pero volvamos a La Presilla:

Yo poco a poco iré dejando todo en manos de Ricardo; la gestión de cobro, el envío de los mails (salvo los de esta Peña Kiribati, que me ha pedido que continúe, y yo encantado), las actualizaciones de la web, etc.

Lo digo por varios motivos:

  1. Para que le facilitéis la labor lo máximo posible, por favor, sobre todo a la hora de mantener los saldos en positivo.
  2. Para que sepáis tener paciencia si alguna vez las cosas no salen bien, sobre todo al principio.
  3. Y tercero, porque para que sea él el que os mande los mails con el saldo, etc., me tenéis que dar vuestro consentimiento para que yo le pueda dar vuestros datos. Aunque en realidad, como la empresa es la misma, supongo que es un trámite innecesario. Pero en cualquier caso, si alguno de vosotros no está de acuerdo en que Ricardo os siga enviando mensajes, por favor hacédmelo llegar lo antes posible.

Muchas gracias.

Nada más por hoy. Buen fin de semana.

 

 

   





No es que tengamos más de 24 años,

es que somos del año 1924.

viernes, 2 de julio de 2021

Las pollas

 Ah, sí. Hoy sí, claro.

Llevas semanas. ¿Qué digo semanas? ¡Meses! Enviando el mensaje directamente a la papelera o dejándole bajar sin leer hasta caer en las profundidades de tu Outlook.

Pero hoy el título te ha llamado la atención ¿a que sí?

Pues no te hagas muchas ilusiones porque hoy toca hablar de un personaje cuya biografía da origen a un título que seguramente ostenta más de una persona que tú conoces.

El personaje en cuestión (por cierto Laly, muchas gracias por dármelo a conocer) es Baltasar Gil Imón de la Mota. En algún sitio aparece como Alcalde de Madrid, aunque Wikipedia no ofrece ese dato. Dice que fue Contador Mayor de Cuentas de Felipe IV. 

Sea lo que fuere, parece que hay dos cosas ciertas:

La primera, que ser Contador de Cuentas es un cargo muy redundante.

Y la segunda, que don Baltasar no se perdía un sarao, siendo todo un referente en los ecos de sociedad. No había un chismorreo en los corrillos de las duquesas en el que no apareciera su nombre.

Y entre estos eventos de la alta sociedad, los más prestigiosos eran los bailes organizados por el Duque de Osuna.

Ya se sabe que este tipo de eventos, aún hoy, se hacen con algún fin provechoso. En aquella época parece que la utilidad era presentar en sociedad a las hijas en edad de merecer, a ver si conseguían cerrar un buen “acuerdo matrimonial”.

Sí, sí. Lo sé. Suena fatal. Pero no olvidemos que nos hemos remontado al s.XVII.

El caso es que a estas muchachitas se las conocía con el término de “pollas”. Acepción que sigue apareciendo en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Aunque ahora la palabra haya cobrado otro significado mucho más vulgar.

El caso es que el Sr. Gil Imón siempre llevaba a sus dos hijas a este tipo de fiestas. Dos hijas, que según las crónicas, eran feúchas y más bien antipáticas.

Dice la leyenda que debido a su alto rango (ya sea Alcalde o Contador de Cuentas), él suficiente tenía con atender los cientos de conversaciones que la diplomacia en estos casos le exigía. Y mientras, sus hijas se apoltronaban en alguna esquina esperando que algún jovenzuelo se acercara.

Pero nada. Se sucedía fiesta tras fiesta, y dicho con una expresión del s.XXI (nunca hay que dejar de reciclarse) no había quien les tirara fichas.

La situación se repetía en cada fiesta. Y era tan absurda que rayaba la idiotez.

Si sus hijas no caían muy bien, este hombre no debía ser tampoco un ejemplo de amabilidad, y no se sabe muy bien si a él o a la situación se les empezó a relacionar con la estupidez. De tal manera que cuando llegaban, se oía decir “ahí vienen Gil y sus pollas”.

Aquello fue evolucionando y de “Gil y sus pollas” pasó a “Gil y pollas” hasta acabar en Gilipollas. ¿A que sí que conoces a alguno?

En fin, os cuento esto entre otras cosas, porque yo tengo una polla (nunca pensé que acabaría escribiendo esta frase) y un pollo, que cada día demandan más dinero. Así que confío en que alguna de estas combinaciones me ayude (a mí y a todos) a olvidarme de esa preocupación.

 

 

     LA PRESILLA

    Somos la polla