Pues
empiezo a entender dónde está nuestro error: no nos toca nunca porque lo fiamos
todo al azar. Y claro, así es que es muy difícil.
Tengo
que hacer próximamente un viaje a Luxemburgo para asistir a un Curso
(la palabra
Máster está muy desprestigiada) acerca de Nuevos Procedimientos
de Redirección del Azar hacia el propio Beneficio. No sé el nombre del profesor
que lo imparte, pero tengo un vídeo explicativo que os recomiendo que no os
perdáis. En él se ve primero el sistema de bombos. Sistema que conlleva
previamente un atracón de huevos Kinder. Y después se detalla perfectamente la
manera de conseguir que la Suerte esté de tu lado.
Os
invito a que lo veáis porque no tiene desperdicio. Se realizó en la Federación
de Fútbol de Luxemburgo y se trata del sorteo de Copa de este
país.
Os
imagináis que consigo convencer a un niño de San Ildefonso para que en pleno
Salón de Sorteos meta la mano en el bombo y diga:
“El
6. No, el 6 no, el 8. El 14. El 19. No espera, este no. El 17. El 21. Bueno no,
mejor el 23…”
Quiero
pensar que eso nunca pasa. Pero si ese Curso se hiciera, os aseguro que me iba a
Luxemburgo este mismo fin de semana.
De
momento, sigamos confiando en la Divina Providencia , que es
lo único que nos queda.
Un
abrazo.
LA PRESILLA
Hasta
los Kinder de que
no
nos toque nunca.
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