miércoles, 31 de octubre de 2018

La Lotería de la sem. 44

A veces no nos damos cuenta de nuestro premio de lotería.

Acabo de hablar con mi sobrino, físico de carrera y profesor de vocación. Después de un tiempo buscando un trabajo estable, por fin encontró un puesto de maestro el año pasado, muy cerca de La Presilla, en Vallecas.

Es un cole complicado, en el que en la misma clase se mezclan chavales y chavalas de diferentes edades, diferentes nacionalidades (incluso diferentes etnias), y con una sola cosa en común: que todos pasan de estudiar. Un sitio en el que al que es bueno, le tienen que echar la bronca para protegerle. Porque si los demás alumnos ven que es listo, o muestra interés o le tratan bien los profesores, le canean por los pasillos.

Esa es nuestra primera lotería; haber caído en una familia no desestructurada. En la que, mejor o peor, todos hemos tenido nuestras oportunidades.

La segunda lotería es no haber caído en un trabajo así. Me decía mi sobrino que le está sirviendo para aprender y que cuando alguien mejora o le agradecen su trabajo, que la gratificación es enorme. Pero me decía, “yo pienso en vosotros, que os levantáis para ir al trabajo con la certeza de que nadie os va a insultar, ni a amenazar, y me da una envidia…”

Y no hace falta irse muy lejos. Estoy hablando de que el colegio está a ocho paradas de Metro de la Puerta del Sol. En Madrid.

Claro, como normalmente no nos insultan, ni sentimos que peligre nuestra integridad física, y además sale agua por el grifo cuando queremos y todo eso, pues necesitamos que nos toque otro tipo de lotería. Esta…


Pero no olvidemos nunca que somos unos privilegiados.

…Y no lo digo por el 1,80€ que nos tocó la semana pasada.

Un abrazo. Y feliz Día de Todos los Santos.



Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Los Hoosiers del Euromillón

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