La profesora estaba
siempre gritando:
-
¡Me vas a volver loca, Venancio! ¡Contigo ya no puedo más! ¡Venancio, eres un
inútil!
Un día, la madre de
Venancio fue a la escuela preocupada por el pésimo rendimiento de su hijo. La
profesora le dijo que su hijo era un desastre, que tenía las peores notas del
colegio y que ella, en 25 años de Enseñanza, nunca había visto un niño tan
torpe.
La madre quedó tan
asustada con esta sincera conversación, que decidió replantearse su vida (y la
de su hijo) y se mudaron a Alemania para que Venancio estudiara en un centro
especializado.
Veinticinco años
después, a esta misma profesora le fue diagnosticada una grave enfermedad del
corazón. Todos los médicos consultados coincidieron en que ella necesitaba una
cirugía muy delicada y muy costosa que solo un famoso médico español que vivía
en Alemania podía hacer. La profesora, ya sin esperanzas, decidió vender todo lo
que tenía y con los ahorros de toda su vida, emprendió el viaje a Berlín para
agotar la última oportunidad.
La intervención fue
realizada por el genial médico que declaró que la operación fue un éxito
absoluto.
Cuando ella abrió
los ojos, sintió que toda la fuerza volvía a su cuerpo. Y vio parado a su lado a
un bello y joven médico que le sonreía. Ella quiso decir unas palabras de
agradecimiento, pero no pudo hablar... De repente, su rostro se puso azul,
intentó levantar la mano y hasta quiso gritar pero no pudo hacerlo. No hubo
tiempo para ningún tipo de reanimación. Murió ante el médico que intentaba
entender qué es lo que había pasado.
Entonces, fue
cuando el médico miró a su lado y vio a Venancio, que trabajaba en el
Departamento de Mantenimiento del hospital. Él fue el que desenchufó el
respirador artificial para poder enchufar la
aspiradora.
¿Qué creías? ¿Qué
Venancio se había convertido en un eminente cirujano cardiovascular…? Tú has
visto demasiadas películas...
¡EL QUE ES TONTO,
ES TONTO PA’TOA LA VIDA!
La historia que os
traigo hoy no es mía, me la enviaron por WhatsApp el otro día. Pero la moraleja
del cuento es real: LA GENTE NO
CAMBIA
Os digo esto porque
yo tonto no me considero, pero igual un poco cenizorro… Vamos, que si antes de
que empiece la nueva temporada de la Peña decidís que mejor lo dejáis, lo
entendería perfectamente.
Pero si os quedáis,
prometo intentar cambiar. Voy a pasar de cenizorro a suertudo, ya veréis como
nos va a ir mucho mejor. ¿Y por qué no empezar con el Gordo de la Primitiva de
este domingo? Ahí os la dejo
LA PRESILLA
No
nos toca ni por enchufe.
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