Casualidades.
A
veces surgen coincidencias que parecen premeditadas. Hoy, por ejemplo, es una
fecha curiosa. Un 20 de noviembre de 1936 murió José Antonio Primo de Rivera, en
otro 20 N murió Franco y hoy ha “cascao” (con todos mis respetos) la Duquesa de
Alba. Pero si queremos rizar un poquito más el rizo, os diré que entre cada
muerte han transcurrido exactamente 39 años.
Es una
chorrada, lo sé. Pero me ha servido de introducción para contaros una cosa que
me ocurrió el martes y que es otra de las tres casualidades que os voy a contar
hoy, porque se van a dar esta semana:
Tenía
cosas que hacer por el centro y aproveché para renovarme el DNI. Tenía cita en
la calle
Luna a las dos. El caso es que llegué allí, había varias mesas
de atención al público libres y cuando iba hacia una de ellas, la que estaba en
información me desvió a otra mesa. Total, que hicimos los trámites y cuando ya
creía que había acabado fui a levantarme y la señorita me dijo que no, que el
DNI al ser electrónico tenía que configurarse o no sé qué y que era un proceso
de 3 ó 4 minutos. Nos quedamos uno enfrente del otro. La chavala, más guapa que
fea pero tampoco como para tirar cohetes, se sacó su móvil y se puso a trastear.
Yo habría hecho lo mismo, pero me dio por jugar: había un perchero detrás de
ella con varios abrigos colgados. Y me puse a imaginar cuál sería el de ella. Lo
tuve claro, el de borreguillo. Le pegaba todo.
Pasaron
los 3 minutos, me dio mi DNI nuevo y me fui con la música a otra parte. Es
verdad que cuando bajaba por las escaleras de la comisaría, por un momento pensé
“qué pena, nunca sabré si he acertado con el
abrigo”.
Me fui
a comer con mi mujer, hice un par de recados y llegué a La Presilla justo a la
hora de abrir. Bueno, pues estaba charlando con Juanmi y con Belén cuando de
repente entra la de la comisaría con el abrigo de borreguillo puesto. Os lo
juro. Y lo más curioso es que no venía a comprar. Venía con su madre a preguntar
que qué tal era el barrio porque estaba a punto de comprar un piso por la zona.
Ella
se quedó sorprendidísima, yo me quedé alegre por haber acertado el abrigo y el
Puente de Vallecas se quedó sin una nueva vecina (si es que soy incapaz de
mentir…)
Increíble
¿no?
Y por
si fuera poco, esta semana hay una tercera casualidad, pero ésta no os la voy a
contar, sólo os la voy a enseñar
Hay
que esperar unas horas, pero ya veréis como esta noche le estáis enseñando este
mail a todo el mundo.
Esta
semana son automáticas, las hemos hecho directamente en el terminal sin pensar
nosotros los números. Fijaos sobre todo en la del centro que es la que más
posibilidades tiene.
…Aunque
ahora que me estoy fijando yo, me están entrando sudores fríos. Es que lo estoy
viendo venir… Pero venga, me la juego: mirad, si salen el 13 y el 17 me dejo el
bigote.
Os
dejo. Me quedo con ganas de hablar del anuncio de la Lotería de Navidad, que es
de lo que habla todo el mundo. Es alucinante la imaginación que tenemos los
españoles. Si el tiempo que invertimos en inventar chistes y en hacer parodias
lo empleáramos en I+D, seríamos la mayor potencia mundial.
Buen
fin de semana. Aprovechad la primavera ésta que estamos teniendo que ya empieza
a dar miedo, porque al final la Naturaleza siempre compensa, así que no me
quiero ni imaginar la que nos va a tener que caer cualquier día de
éstos.
Un
abrazo.
LA PRESILLA
Cuando
se es optimista, se tiene más suerte.
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