Esta semana estoy tristón.
No, que va… no es por el frío, ni por la lluvia. A mí eso me da igual.
Es porque había pensado hacer una pequeña celebración y al final me
he achantado. ¿Os acordáis de que este verano os dije que cumplíamos 90 años?
Pues al final me quedé con la cosilla de no haberlo celebrado como se merecía.
Que 90 es una cifra muy redonda y no es nada fácil llegar. Pensé hacerlo en
verano y no encontré el momento. Y después pensé que al ser 90 años, la semana
45 (que es la mitad), parecía muy oportuna. Le di unas vueltas y con los
consejos de unos y de otros, supe lo que quería hacer: una pequeña concentración
en el Parque Tierno Galván, que es el más cercano a La Presilla con todos
vosotros y con los clientes y aquellas personas que han significado algo
importante en algún momento de nuestra humilde
historia.
La idea era juntarnos en un anfiteatro que hay en el parque y
repartiros 90 lámparas de papel que llevan un pequeño pedazo de carbón, que al
prenderse calienta el aire del interior y hace que actúe como un globo y
ascienda hasta perderse en la estratosfera (o más…). Se trataría de una especie
de juego en el que cada uno, al lanzar el globo debería pensar en aquellas
personas que ya tiene allá arriba, porque está visto que nosotros solos no somos
capaces de acertar ni tres. A ver si rindiendo homenaje y uniendo fuerzas con
aquellos que ya no están, encontramos la inspiración que nos
falta.
La fecha elegida era ayer. Era la semana 45. Era el día central de
la semana.
Coincidía que era luna llena… todo cuadraba. Pero el caso es
que a medida que se lo iba contando a los más allegados, lo veía cada vez más
complicado. Primero pensé que en las fechas que estamos, llovería. Pero ayer no
llovió. Luego pensé que al ser una actividad con luces por la noche, sería mejor
la luna nueva que la luna llena. Luego, que tendría que pedir permisos. Y por
último, y ésta ha tenido mucho más peso que las anteriores, que lanzar 90 bolas
de fuego al ladito de la M-30 me podía dar una publicidad extraordinaria. Se iba
a estar hablando de mí durante un par de meses en todos los programas, aunque yo
lo tuviera que ver desde la tele de la cárcel por haber quemado 20 coches, 5
motos, un autobús de Alsa y haberla liado
parda.
Vamos, que me he acojonao.
Así que como lo de la semana 45, la luna llena y todo lo demás
sigue en vigor, confiemos en que los de allá arriba intercedan por nosotros y
sean ellos los que nos envíen una sorpresilla en cualquiera de estas
combinaciones. Que por cierto, nunca dos euros y medio dieron tanto de sí; esta
semana jugamos a seis juegos diferentes.
En fin, que queda pendiente la celebración aunque sea a los 91
años.
LA PRESILLA
Cuando
se es optimista, se tiene más suerte.
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