En
febrero de este año os hablé de una marca de zapatillas que se llamaba The
Blue Ribbon Sports
En
ese post decía que en España no pasan esas cosas, pero gracias a mi amiguete
Carlangas, hoy os traigo la versión española.
José Paredes Castaño ya cosía zapatos en el patio de su casa con 12 años. Un poquito
más mayor se fue a la mili y cuando volvió, decidió dar un giro a su vida y ya
de paso, al mercado nacional. Descubrió que todo el mundo vendía zapatos, pero
en ninguna zapatería podías encontrar deportivas. Eran los años 60. Este tío,
amante de los deportes, convenció a los profesionales del sector para que
exhibieran sus zapatillas blancas en los escaparates. Las dejaba a crédito, con
el compromiso de que recogería los que no se vendieran. Pero el que es un
monstruo, es un monstruo. No solamente descubrió un nicho de mercado por
explorar, sino que además tocó las teclas precisas para darse a conocer. Un
eslogan <Súbete por las Paredes> y un anuncio con cantante famoso <Leif
Garret> hicieron furor entre la juventud.
No
tuvo que recoger ninguna. Se vendieron todas.
Un
triunfador. Creó tendencia. Hasta el punto de que consiguió ser patrocinador de
los Juegos Olímpicos de Moscú80.
Yo
por aquel entonces calzaba unas J´Hayber convencido de que eran alta tecnología
americana al servicio del tenis (cuando digo al servicio, me refiero para jugar
al tenis, no solo para sacar). 30 años después, leyendo esta noticia, me he
enterado de que las J´Hayber también estaban hechas en Elche. ¡Qué desilusión!
Claro, por eso no he llegado yo a la élite. Las
J ´Hayber tuvieron su tirón aprovechando la repercusión que
habían generado las Paredes. Recordaréis también las Yumas o las Keds ¿a que
sí?
Aquí
es donde engancharíamos con la historia de las Blue Ribbon Sports, que acabarían
llamándose Nike. Aparece Nike, Adidas, Karhu, New Balance… y comienza a
torcerse la trayectoria de Paredes.
La
noticia de la semana pasada (triste noticia) fue que este señor, el creador de
las míticas Paredes, falleció en accidente de tráfico a los 88 años, de una
muerte horrorosa, por cierto; su coche cayó en una balsa de agua para el
riego.
Pero
quedémonos con la parte chula de la historia: la industria española está plagada
de gente valiente capaz de comerse el mundo.
Prometo
que investigaré sobre la invención de las chanclas, que en realidad es lo único
que calzaremos cuando vivamos en las Kiribati gracias a estas
combinaciones
Buen fin de semana
Una
administración Vintage