viernes, 18 de junio de 2021

Moderneces

 A mí lo de la edad, la vedad es que nunca me ha creado ansiedad. Hay gente que lo de cumplir años por ejemplo, lo lleva fatal. A mí eso me da igual.

No os cuento esto porque sea mi cumple. Qué va… queda todavía más de un mes. Pero independientemente de la edad, sí que detecto otro tipo de señales que me indican inexorablemente que cada vez soy más viejuno. Os pongo ejemplos:

· Mi hija hizo la Evau la semana pasada. Ahora que lo pienso, eso ya es otra señal en sí misma. A lo que voy: en el examen de inglés le pusieron un texto sobre el uso del “punto y aparte”. No lo recuerdo muy bien, pero venía a decir que en los mensajes de texto entre los jóvenes, los “puntos y aparte” generaban cierta desconfianza o mal rollo.

 ¡Y yo ya llevo tres!

Le pregunté a mi hija y me dijo que sí, que poner un punto y aparte… si no va acompañado de un emoji… ¡puf!

     · Para este fin de semana, me llamaron unos amigos para jugar un torneo de Baloncesto Over50 (nunca he llegado tan lejos jugando a este Deporte). El caso es que no os podéis imaginar los comentarios del chat: que si yo no puedo jugar, que si tengo el talón de Aquiles destrozado, que si la artrosis… es que ya no se habla ni de tomar una cerveza.

     · Eso por no hablar de los mensajes de voz, que se utilizan cada vez más. Y el problema es que ahora mi teléfono me da la opción de escucharlo a velocidad normal, x1,5, o incluso x2. Yo, que soy muy de enviar audios y luego escucharme a ver si he dicho alguna impropiedad (vamos, lo más parecido a disparar y luego apuntar), me escucho a x1,5 y me hace gracia (primera mala señal). Pero es que luego me escucho a velocidad normal y me resulto patético por lo lento (señal definitiva de que soy un carcamal).

Y es que la vida en general, está cambiando de velocidad. Y ahí es donde me veo muy mayor. Los mensajes no pueden contener más de un párrafo (lo llevo yo claro con este), los vídeos que duran más de 20 segundos se hacen pesados, los audios… rapiditos y para decir cosas concretas, sin chorradas.

Estamos viviendo en la sociedad del “¡vamos, venga vamos!” Y el que no esté a un ritmo vivo, que se eche a un lado.

Y yo que queréis que os diga… me estaré haciendo mayor, pero no gilipollas. Yo la vida la veo como un buen jamón ibérico. No consiste en comer y tragar para terminar cuanto antes. Consiste en disfrutar viéndolo en el plato hasta que te llegue el aroma, sentir que se te pringan los dedos con la grasilla, metértelo en la boca, paladearlo, masticarlo y sentir el placer de lo rico que está. Y sobre todo, compartirlo. Un buen jamón con amigos, es mejor (aunque toques a menos)

Así que si has llegado hasta aquí leyendo, te mereces disfrutar del premiazo que vamos a conseguir con estas combinaciones, en la playita, al ritmo que nos permita el sol.

 

Hablando de mensajes y WhatsApp, la que se ha liado con un virus que ha rondado por un grupo de amigos ha sido increíble. Espero no verme afectado. Pero si este fin de semana empezáis a recibir mensajes míos pidiéndoos códigos o con pinta de maliciosos, no lo dudéis. Eliminad.

Aunque quizá os tenga que pedir el lunes el número de cuenta para haceros la transferencia… ¡Menudo lío!

 

 

 

 






Disfrutando con los 5 sentidos.

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