Cuenta
la leyenda que en cierta ocasión, a un granjero se le escapó su mejor caballo.
Los vecinos fueron a consolarle y le dijeron que había tenido muy mala suerte.
Pero él les contestó que era difícil saber si ese hecho era bueno o
malo.
A
los pocos días, el caballo regresó a la granja en compañía de siete magníficos
caballos salvajes. Entonces el vecindario vino a felicitarle y comentaron la
buena suerte que había tenido. Pero él replicó diciendo: “es difícil saber si
este hecho
Dos
días después, el hijo del granjero, intentando domar a uno de los caballos
salvajes, cayó y se rompió una pierna. Entonces hubo una parte del pueblo que
pensó: “yo no voy a ir a decirle nada al tío ese, que es un pedante. Siempre con
la misma cantinela”. Pero la otra parte del pueblo sí acudió para interesarse
por el chaval. Fue entonces cuando el panadero le dijo al granjero: Qué pena
¿no? Y este le respondió “¿pena? ¿Por qué? Es difícil saber si ese hecho
No
habían pasado ni dos semanas cuando se declaró la guerra y vino una brigada del
ejército a reclutar al chaval. Pero en el estado que tenía la pierna,
consideraron que era absurdo hacerle ir a la
guerra.
Ya
nadie fue a darle
Sin
embargo, en el mercadillo de la plaza no se hablaba de otra cosa, y eran muchos
los que, con voz burlona repetían lo de “es difícil saber si este hecho
Lo
que hacía el granjero era únicamente tratar de no etiquetar constantemente las
situaciones. Porque muchas veces ante escenarios presumiblemente negativos,
tendemos a perder demasiado tiempo en lamentaciones. Incluso a veces, nos
podemos paralizar. Y del mismo modo, ante hechos positivos podemos caer en la
tentación de dejarnos llevar hasta el punto incluso, de no saber aprovechar lo
obtenido.
Por
tanto, vivamos la vida tal como nos viene, sin tratar de juzgarlo todo, porque
hay un componente de azar que no depende de nosotros, y que debemos aceptar para
poder seguir trabajando en lo que sí está en nuestras
manos.
No
debemos perder tiempo examinando cada cosa que nos ocurre en
Hasta
aquí la leyenda y su moraleja.
Pero
a mí siempre me han hecho mucha gracia estos cuento de autoayuda que tratan de
cambiar tu forma de ser. A ver quién es el guapo que esta noche, cuando vea que
hemos acertado los 5 números y las dos estrellas del Euromillones, que diga sin
ni siquiera media sonrisilla: “es difícil saber si estos 64 millones de euros
que nos acabamos de llevar son un hecho positivo o
negativo”...
Ahí
tenéis las combinaciones.
L A P R E S I L L A
Qué cansino
el granjero.
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