La
semana pasada, nada. Nada de nada.
Y
esta semana me temo que vamos a ir por el mismo camino, porque como ya sabéis,
no me gusta apostar a Euromillones. Me parece dificilísimo. Aparte de que con el
mismo presupuesto podríamos quintuplicar el número de apuestas de Bono Loto.
Pero claro, cómo no vamos a apostar habiendo 82 millones de euros de Bote, que
tocaríamos a más de 800.000€ cada uno…
En
fin, hay que mirar siempre el lado positivo de las cosas. Si no nos ha tocado
nada, será por una buena razón. Yo qué sé, quizá no era el mejor momento para
viajar a Kiribati en un Boeing 737 Max, o quizá había que esperar un poquito más
para que el Bote fuera más grande…
Y
es que todo en la vida es una cuestión de perspectiva. Fijaos por ejemplo en las
langostas del restaurante del Titanic; para ellas, lo que ocurrió fue un
milagro.
La
foto que os presento esta semana tiene mucho que ver con el milagro que andamos
buscando nosotros, y con las langostas que nos vamos a comer
próximamente:
LA
PRESILLA 737 MAX
No
levantamos cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario