Pues ya está aquí
la Navidad.
Esa época del año en la que de repente nos volvemos todos más
buenos, más caritativos, donde parece que el dinero cuesta menos y por supuesto,
en donde no puede faltar el Sorteo tradicional de Navidad y su
publicidad.
Este año no parece que haya
tenido demasiado tirón el anuncio de la Lotería, sin embargo a mí me gusta
bastante más que el del año pasado; primero porque el famoso anuncio del sobre
rojo comprometía a dueños de bares y profesionales del gremio porque daba a
entender que debíamos guardar la lotería a aquellos que la veían durante meses y
no la compraban.
Y segundo, porque el afortunado era una persona que realmente
no hacía nada para merecer el premio.
La diferencia con el de este
año es que Justino, el vigilante nocturno de la fábrica de maniquíes es un
hombre que se esfuerza por arrancar una sonrisa a la gente aunque luego no tenga
la oportunidad de ver su reacción, e incluso a gente que ni siquiera conoce. Y
qué queréis que os diga, como yo también me quedo un ratito por la noche todas
las semanas tratando de haceros pasar 2 ó 3 minutillos agradables al día
siguiente, pues me he sentido muy identificado con Justino y he decidido crear
una Peña con su nombre para esta Navidad.
Os explico un poco cómo
funciona: consta de 100 décimos con números diferentes del Sorteo de Navidad.
Cubrimos las 100 terminaciones. Eso sí, cada uno jugamos sólo 10 céntimos de
cada número, es decir que si acertáramos el Gordo, nos corresponderían 2000€ por
participaicón nada más.
Lo que sí es cierto es que no
creo que haya mucha gente entre nosotros que haya jugado nunca tantos números
diferentes en el Sorteo de Navidad. Ésta es la
participación
Esta participación sería la
última del año, porque corresponde a las semanas 51 y 52. Pero al ser de 10€
sale por el doble del importe habitual. Así que si alguien no la quiere, que me
lo diga para ponerla a la venta, que hay un montón de clientes de los de todos
los días que la han visto expuesta en la ventanilla durante meses y resulta que
ahora se han quedado sin ella (como el del anuncio del año
pasado).
En fin, que hay cosas que no
deberían ser estacionales sino que deberían durar todo el año, como la bondad y
el espíritu de la Navidad, las torrijas de Semana Santa o los mojitos del
verano.
Que paséis unas muy felices
fiestas, que ha sido un honor para La Presilla y para mí en particular teneros
de clientes (además de amigos) durante todo este año, y no os deseo aún un
próspero 2.016 porque todavía confío en que lo acabe siendo este viejete
2.015.
Un abrazo muy
fuerte.
Víctor
M. de Francisco
LA
PRESILLA
El
lugar en el que habitan
los
números de tu Suerte
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