Sueños.
Bueno ya he
empezado las vacaciones. O para ser más exactos, la segunda parte de mis
vacas.
Y tengo una
cosilla en el estómago porque siempre he soñado que el día que acertemos un
premio en La Primitiva como Dios manda, estaré fuera de Madrid y tendré que
volver deprisa y corriendo para cobrarlo y preparar la distribución de la pasta
y todo eso. Porque oye, los futbolistas no sueñan con meter el gol que le dé el
Mundial a su país… y los científicos no sueñan con encontrar la vacuna que cure
el cáncer… Pues yo, que soy lotero, sueño con el momento de repartir millones
(aunque sean de pesetas) entre la gente querida. Porque aunque no os conozca
casi a la mitad, con esto de contar mis intimidades todas las semanas os estoy
empezando a coger cariño.
Y enlazando
lo de las vacaciones con lo de la gente querida, hay que ver cómo mejoran las
vacaciones cuando las compartes con gente con la que estás a gusto.
Bueno,
pensándolo mejor, este pensamiento es extrapolable no sólo al período
vacacional, sino a la vida en general. Cuando las personas que conforman tu
entorno (familia, amigos, vecinos, vecinos amigos, compañeros de trabajo…) son
sanas, aumenta considerablemente la calidad de tu vida. Y ya si en tu entorno
hubiera un lotero con buena mano, pues qué te voy a
contar…
Pero no se
puede tener todo, ¿qué le vamos a hacer?
Bueno,
soñemos con estos números
Que por
otro lado ya casi no merece la pena que os los aprendáis, porque en cuanto
termine agosto yo creo que volveremos a cambiarlos.
Lo que no
termino de entender tampoco es cuándo tengo yo esos sueños, porque con esto de
no saber decir a nada que no, enlazo planes trasnochadores con madrugones
impropios y al final acabo durmiendo menos que el que mató a
Morfeo.
Bueno, lo
dicho; Disfrutad del verano, de la compañía y de la vida en general.
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