¿Se puede patentar el
sol?
Jonas Salk fue un científico
nacido en Nueva York en 1914, que dedicó gran parte de su vida a investigar la
vacuna contra la
poliomielitis. Por cierto, ¿sabíais que el presidente
estadounidense Franklin Roosevelt sufrió la polio?
Volvamos a Salk. Consiguió dar por
fin con la solución al gravísimo problema que acuciaba a Estados Unidos y al
mundo en su globalidad.
Así explicado, el experimento
parecía sencillo; tal como nos explicaban la definición de vacuna en el cole,
lo que hacía era inocular el virus muerto, para que el organismo reaccionara
haciéndose inmune al “bicho” y una vez inmunizado ante un virus muerto, el
cuerpo ya era capaz de luchar contra la versión más
virulenta.
Este hecho ya sería más que
suficiente para que Jonas Salk pasara a la inmortalidad, pero aún hay más. En
una entrevista en una cadena de televisión americana, le preguntaron que a quién
pertenecía la patente de la
vacuna. Se refería a una patente que podría valorarse en
cientos o miles de millones de dólares. Sin embargo, su contestación fue:
“¿patente…? no hay patente. ¿Se puede patentar el
sol?”
Esto es lo que diferencia a los
hombres de los héroes. Yo por ejemplo, nunca pasaré a esa segunda categoría,
porque llevo toda mi vida investigando la vacuna contra la pobreza, pero el día
que la consiga, la patento. ¡Vamos que si la
patento!
Esta semana he realizado mi último
experimento. Os lo enseño y os lo explico bien, porque si no, luego hay quien me
saca los colores.
Se trata de 20 décimos para mañana
(me lo juego al 7 y al 9) y de dos combinaciones reducidas para La Primitiva del
sábado.
Lo explico sobre una de las dos
combinaciones. Por ejemplo la de 12 números. Si los seis números de la
combinación ganadora del sábado están incluidos entre nuestros 12 números,
habremos conseguido con seguridad al menos, un boleto de cinco
aciertos.
Se llama reducida porque si
selláramos todas las combinaciones posibles, costaría un dineral. Pero de esta
manera, garantizamos 5 aciertos, y solo nos cuesta 38€. Yo creo que merece la
pena.
Un abrazo.
Buen fin de
semana.
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