Buenos días a todos y a todas. Bueno no: a todos. Y ahí ya va
incluido todo el mundo.
Que a veces queremos ser tan tan correctos, que al final
conseguimos rayar lo absurdo. Por ejemplo, las noticias del Mundial, que por
cierto no hay nada peor que tener que cubrir un Mundial que todavía no ha
empezado; salen noticias tan peregrinas como la de la primera reportera
sordomuda de la Historia.
Si ves la noticia, verás a una mujer haciendo una pregunta
mediante el lenguaje de signos y otra mujer que hace de intérprete,
preguntándole al entrenador de turno que cómo ha ido el
entrenamiento.
No
sé, igual pensáis que estoy en contra de la igualdad de oportunidades, pero
sinceramente creo que hay cosas en las que no nos podemos igualar. Es como con
los juegos de los niños y las niñas, o como con tantas otras
cosas.
Ayer me contaba mi cuñado, que en su clase de Medios Audiovisuales
ha tenido que evaluar a un ciego en un trabajo de Fotografía. A ver cómo te
comes eso. Y que no se le ocurra decir que no, que aparece en todas las
televisiones.
Y
es que en realidad la igualdad está en tratarnos a cada cual tal y como somos,
porque si no es como si yo voy a la peluquería y digo que quiero que me hagan el
peinado de Neymar…
…me encantaría, pero yo al plan le veo lagunas, la
verdad.
A
lo que no le encuentro ni un solo defecto es al Euromillones de esta semana.
Volvemos a probar con una combinación de números que no han salido desde hace
la torta. O
sea que ya les toca. Y además llevamos al menos dos sorteos seguidos en los que
sólo salen estrellas impares. Así que por pura probabilidad, mañana viernes
tiene que salir al menos una de ellas par
La
semana pasada ya os dije que nos habían correspondido 2,50€ a cada uno. Y en la
del lunes no nos comimos ni un colín: 1 número acertado y cero
estrellas.
Volviendo al tema, mientras escribía el post de hoy me he acordado
de una anécdota que viene al caso: hace unos meses vinieron varias amigas de mi
hija a casa y cuando se fueron, mientras cenábamos le dije a mi
hija
-
La
que es muy maja es la de la camiseta azul.
-
¿Quién papá? ¿La de azul celeste o la de azul
oscuro?
-
La
de los vaqueros.
-
Las dos llevaban vaqueros…
Y
entonces mi hijo, que observaba la conversación con cara de no entender nada,
dijo “papá, te refieres a la que es china ¿no?”
-
Sí
hijos, eso es. La que es chinita.
Lo
dicho, que a veces tratamos de inculcar igualdad, y yo creo que acabamos
haciendo un poco el ridículo.
Buen fin de semana
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