¿No os
ha pasado nunca que se os ha muerto el caimán que teníais por mascota? O
cualquier otro tipo de animal al que no terminas nunca de coger cariño, y cuyo
único lazo que os une es que no te puedas ir de vacaciones porque no tienes con
quién dejarle. Y después de eso ¿no os ha llegado el casero y os ha dicho que
tenéis que abandonar la casa porque la necesita?
¿Os ha
pasado que después de todo esto os ha llegado una carta de la Agencia
Tributaria reclamando la declaración de la herencia de una tía
vuestra que ni siquiera sabíais que se había muerto? ¿Y a que cuando pasa eso,
vas a una administración de Loterías y echas una Primitiva? ¿Y a que si tú
habías puesto el 7 sale el 32, y si habías puesto el 46, sale el 47? Bueno, de
todas esas cosas a mí sólo me ha pasado la última. Pero me ha pasado
taaantas veces…
Os
digo esto porque al final, cuando ya no tienes mascota, cuando te tienes que ir
de casa, cuando te reclama dinero Hacienda, cuando no te toca nunca la
Primitiva, cuando lo único que te queda en la nevera no es más que un yogurt
medio caducado, estoy seguro de que te sientas a comértelo y al quitarle la
tapa, en el reverso aparece un viaje con todos los gastos pagados en un hotel de
lujo donde además están haciendo una selección de personal para catadores de
cerveza especializados en maridajes con ibéricos y pinchos de tortilla, con
contrato indefinido.
Porque
llega un momento que las trayectorias dejan de tender a bajar. Vamos, es que es
imposible que semana tras semana estemos acertando un número, cero, uno, cero,
cero, una estrella… ¡Tan mal nos hemos portado! ¡Los ciento y pico que jugamos
en la Peña! Vamos, ni que nos hubiéramos conocido en Soto del Real… Digo yo que
algún día tendremos que acertar algo.
En
fin, os presento el Danone de esta semana, que espero que tarde tres meses en
caducar (como los premios de Lotería)
Y como
diría un cliente gangoso que viene por aquí:
“¿Danone?
Poz danone va a sed conyo, ¡de Kidibati!”
Una
aclaración; habréis observado que hoy viene partida la foto. A la izquierda, la que jugamos
cada semana. Como veréis, el bote da vértigo. Y a la derecha, aparece otro
boleto. Eso es porque con los 264€ que nos jugamos el martes en la Peña Express de La
Presilla nos tocaron 3,92€ (pues eso, lo del caimán, el casero, Hacienda…) y
claro como tocábamos a menos de un céntimo y medio por cada euro jugado, hemos
decidido reinvertirlo. Y eso es lo que nos salió. Parece una chorrada, pero si
alguna de esas dos coincide con la combinación ganadora, el céntimo y medio se
convertiría en más de 700.000 euros.
Pero
que quede claro que no jugáis la misma proporción en un lado que en el otro. A
la izquierda jugáis 1/136 los que jugáis una sola participación. Y a la derecha
jugáis 1/264, salvo los que me pedisteis que invirtiera más dinero. Las cosas
claras.
Buen
fin de semana.
Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Cuando
se es optimista, se tiene más suerte.