El
Puente de Vallecas.
La
verdad es que los que no vivís ni trabajáis en el barrio, no tenéis la
oportunidad de conocer una realidad diferente. En el Puente pasan cosas que a mí
me cuesta creer que pasen en cualquier otro sitio. Aquí tenemos personajes de lo
más variopintos. Por ejemplo, a Sor Presilla. Es una monja que viste un hábito
de lana gorda y unas sandalias abiertas (igual en invierno que en verano). Esta
mujer estuvo frecuentando la administración durante mucho tiempo (de ahí que
Consuelo, que es una cachonda, la bautizara con el apodo de Sor Presilla).
Compraba lotería “para una mujer que cuidaba”, eso decía. Pero o bien porque se
murió la “mujer que cuidaba” o bien porque se cansó de que el público la
increpara por lo que tardaba y por la cantidad de dinero que jugaba, lo cierto
es que nos quedamos sin una buena clienta. Ayer volví a verla por
la calle. A
ver si se pasa por aquí.
Os
podría hablar de mucha gente. Tenemos a la Petra, que nos vigila la calle. En cuanto pasa
cualquier cosilla, allá que va (a veces pienso que trabaja para la Agencia Efe ). Tenemos a
Encarna, que me vigila a mí (habréis visto que ya están puestos los
reintegros).
Vidas
curiosas.
Luego
tenemos a los que están enamorados de Paloma. Haciendo la media aritmética, la
edad de sus pretendientes ronda los 82 años.
Ahora
a uno de ellos le tenemos todos los jueves como un clavo a las 8’45h. en la
puerta, porque hace un mes entraba Paloma a trabajar, se le encontró y le plantó
dos besos. A la semana siguiente volvió a ocurrir y desde entonces, ahí está el
tío cada jueves. Más puntual que un Longines. Yo creo incluso que ahora viene
dos veces en semana.
A
mí me viene de maravilla porque Paloma ha tomado la determinación de llegar a
las 8’30 con tal de evitarse “el ritual”. Oye, y al final… eso es trabajo que va
adelantando.
Como
os digo, lo que pasa aquí no pasa en ningún lado. Y si no, decidme a ver qué
barrio de España tiene un equipo de fútbol en Primera
División.
Y
hablando del Rayo Vallecano y de hechos insólitos, no os perdáis la noticia del
otro día
Y
es que en el Puente de Vallecas no hay nada
imposible.
Disfrutad
los que estéis de Comunión, que sé que hay unos cuantos (comunistas, como los
llama mi hija desde su ignorancia).
Buen
fin de semana. Con un poco de suerte, veremos el arco
iris.
En
el Puente no
hay
nada imposible.