Pues
aquí estoy. Jueves por la mañana y en casa con el técnico de la caldera, que
tengo que decir que me ha hecho reflexionar; Sí porque yo siempre estoy pensando
en lo agradecido que os estoy por creer tanto en mí y por esa confianza que
demostráis, y resulta que me acabo de dar cuenta de que en la vida, todo es
confiar.
Ha
llegado el hombre y lo primero que me ha dicho, después de un cuarto de hora con
el grifo abierto es “bueno, tengo el termómetro medio estropeado, pero esto (con
la mano en el chorro) yo calculo que está a unos 42 grados, que no está mal”.
Decidme a mí si lo mío no es un verdadero acto de
fe.
Como
parece que no le ha gustado la cara que le he puesto, ha seguido hurgando en la
caldera y entonces ya me lo ha confirmado: “Claro, ahora sí. Me está dando error
52” . Al
principio he puesto cara de póker, pero luego me he armado de arrojo y aún
sabiendo que iba a quedar fatal (el colegio no valdrá para mucho, pero los ríos
de España, el Teorema de Pitágoras y el error 52 son conceptos básicos que todo
español conoce), le he preguntado que en qué consistía ese error. Me ha dicho
que es un problema con las sondas. Bueno, en realidad no me ha quedado claro si
era un problema con las ondas o con las sondas, pero eso ya no me he atrevido a
preguntárselo, porque iba a pensar que soy analfabeto, así que he hecho el
típico gesto de “claro, claro” y le he dicho a todo que sí.
Ahora se
ha bajado al coche a por una aparato que necesita para medir no sé qué, así que
mientras va a por el Condensador de Fruzo, me he puesto a escribir para
agradeceros vuestra fe en La Presilla. Y oye de verdad, yo
como los maestros de escuela: lo que no entendáis (de las combinaciones
múltiples, de lo que se hace con el Mocho o de lo que sea) por favor
preguntádmelo. Que hoy he percibido cómo os sentís. Bueno hoy, y cuando voy al
taller, y cuando voy al banco, y cuando viene el
electricista…
En fin,
que os dejo que ya está aquí otra vez.
Ahora
dice que tiene que volver mañana porque tiene que traer una válvula Venturi nueva. Yo ya
me he entregado. Ha llegado un momento que creo que ya me puede decir lo que
quiera, que yo voy a seguir asintiendo.
Y lo
cachondo del tema es que no sé para qué quiero que venga mañana a arreglar la
caldera, si esta noche sale La Primitiva y yo creo que en Kiribati todo el mundo
se ducha con agua fría…
Ésta es
la combinación
Jugamos
a La Primitiva de hoy y del sábado, y al Bono Loto de todos los días de la
semana que viene (de lunes a sábado).
Por
último, si tenéis dudas de mí, al menos pensad una cosilla: yo os puedo liar con
las combinaciones, os puedo generar falsas esperanzas o puedo contagiar ilusión
que luego no se hace realidad. Pero lo que no voy a hacer nunca es pasearme por
vuestra casa con una mano empapada de agua, goteando por el
pasillo.
Un
abrazo.
Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Calentando
motores