Errores.
Hay
errores a lo largo de la Historia que han conseguido cambiar el destino de
la Humanidad.
Desde Colón que quería ir a las Indias y descubrió América,
hasta el pueblo alemán que decidió democráticamente darle el poder a
Hitler.
Luego
hay otra serie de errores, que no son tan trascendentales para la población,
pero que a mí ya me están tocando las naricillas. Y no me estoy refiriendo a mi
error al elegir las combinaciones. De eso nada. Los números están perfectos. Yo
no cometo ningún error. Son los niños de San Ildefonso que, o no saben mover el
bombo como Dios manda, o no saben cuándo hay que abrir la trampilla para que
salga el número que tiene que salir.
La
semana pasada fue un fracaso. Tan fracaso que he decidido jugar exactamente las
mismas combinaciones, porque peor no nos puede ir. Así, repitiendo, todo sólo
puede ir a mejor.
Os dejo
la combinación
Y
hablando de errores y de abrir trampillas, si os gusta la pesca (y aunque no os
guste) os recomiendo para este fin de semana una excursión (con la mochila bien
cargadita de Coca Colas) al río Leven; La semana pasada, unos empleados de
la fábrica
Chivas , al ir a limpiar uno de los tanques, vertieron
accidentalmente al río Leven 18.000 litros de whisky.
Imaginad la fiesta que han debido organizar esta semana las truchas que seguro
que habrán acabado yendo en la misma dirección de la
corriente.
Eso sí,
si vais no os olvidéis el neopreno porque la fábrica en cuestión está en el
oeste de Escocia.
Mientras tanto, yo voy a
ver si los niños esta vez cantan lo que tienen que
cantar.
Un
abrazo.
Y muchas felicidades a las
chicas de la Peña, que hoy es su día.
LA
PRESILLA
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