Feliz Año
Nuevo.
Porque por
mucho Sorteo de Navidad, mucho turrón y mucha Puerta del Sol que nos quieran
inculcar en diciembre, todos sabemos que el año empieza ahora, en septiembre. Y
si no, ¿cuándo decidimos empezar el curso de inglés?, ¿eh?. ¿Y cuándo nos
apuntamos al gimnasio o empezamos a salir a correr? Y qué me decís de la
colección de cucharillas del mundo ¿a alguien se le ocurre empezarla en enero?
Pues no. El primer fascículo de cucharillas es el de septiembre, en el que
además siempre vienen dos al precio de una.
En dos
palabras, que ha comenzado un nuevo año. Además va a ser un año lleno de
alegrías, de sorpresas (todas buenas) y de buenas noticias. Ya está bien de
amenazas, de malos augurios y de noticas malas, peores y fatales. A partir de
hoy todo el mundo sonriendo. Vamos a cambiar el estado general del país a
fuerza de pensar en positivo.
Y nada mejor
para empezar a pensar en positivo que dejar de seguir jugando a la “Super Bono Loto del
Verano”, que ha resultado no ser tan buena como yo esperaba. Lo siento
Heineken, pero me ha podido la
presión. Es que tú no sabes lo que es ver entrar a Encarna
por la puerta cada lunes con esa cara de “hoy sí que le mato” que me trae. Y
eso que esta semana hemos cobrado un euro…
Hablando de
Heineken y de la presión, os voy a contar uno muy bueno: Llega un tío a un
bar y pide una cerveza. Entonces el camarero le pregunta “¿De presión?” y
el otro contesta “No, que va. Alcoholismo”.
Esta semana
vamos a por El Gordo de la Primitiva. Ésta es la combinación
Recordad: A
partir de ahora mismo, optimismo y buena cara. Ya veréis como va a salir todo
rodado. Fijaos si me he metido ya en el papel que estoy convencido de que nos
va a dar para ir a comprar cada cucharilla a su país de origen…
Un abrazo. Y
aunque veáis el saldo, que os lo mandaré próximamente, da igual. Vosotros buena
cara.
LA PRESILLA
