miércoles, 25 de enero de 2012

Sem.3 / 12 La Primitva

Ni el reintegro.

Este mundo del azar es un rato curioso. Jugamos 8 combinaciones y no es que no acertemos ni un número, es que de ocho posibles reintegros, no hemos acertado ni uno.

Los reintegros no los pongo en la participación porque como no puedo sellar los boletos hasta el viernes (el jueves hay sorteo), me es imposible. Pero supongo que confiáis en mí (bueno tengo una cliente que no y me llama el sábado por la mañana para que le dé los reintegros).

Y es que el azar es así de caprichoso. Sin ir más lejos, sólo hay que fijarse en la Lotería Nacional: en Navidad, el Gordo terminó en 8 y la gente ya no quería jugar al 8 en el sorteo del Niño. Pero volvió a salir el 8. Así que imaginad la cara que nos ponían cuando vendíamos un décimo terminado en 8 para el siguiente sorteo (el del sábado pasado). Pues volvió a caer en 8.

Nunca se sabe.

Sin embargo, no sé por qué me da que la semana buena será la próxima. No ésta. Sino la de la semana que viene. No sé. Me da en la nariz. Hemos decidido jugar las mismas combinaciones durante 6 semanas. Ésta es la tercera y no lo veo claro. Muy centradita. Mucha casualidad. La sexta, muy a la desesperada. Suena a última oportunidad. Pero la cuarta y la quinta me huelen bien. Ya ves. Es una chorrada, pero me ha dado por ahí.

Os pongo la participación, como siempre, aunque ya os la deberíais saber de memoria


Era broma. Ni se os ocurra aprendérosla de memoria, que eso tiene mucho peligro. Porque cuando pasen estas seis semanas apostaremos por otras combinaciones en otros juegos y éstas pasarán a dormir el sueño de los justos.

Bueno, quedaros con todo lo positivo que se puede extraer de este panfleto:
               
                1.- Que no hemos acertado ni uno (bueno uno), con lo cual por estadística, deberíamos estar más cerca.
                2.- Que esta vez he dicho que no nos va a tocar (y el Destino con tal de llevarme la contraria, es capaz de hacernos una gracia).

Buen fin de semana.


Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA

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