viernes, 30 de abril de 2021

Carácter mediterráneo

 Última semana del ciclo.

La semana que viene os diré qué tal ha ido el mes de abril y cómo estáis de saldo.

Mientras, os sigo contando tonterías: el lunes pasado nos pasó una cosa que después recordándola por la noche, consiguió darme morriña, como dicen los gallegos. ¡Morriña de España!

Para que veáis el grado de confianza que tengo yo en la peña.

Resulta que los lunes juego con los amigos en una liga, chulísima por cierto, de baloncesto.

Jugamos en un polideportivo en el que hay tres pistas separadas por unas cortinas. El otro día íbamos ganando, raro en nosotros, aunque hay que reconocer que jugamos contra el Paraolympiakos.

El nombre dice mucho del nivel de la liga. El caso es que íbamos ganando cuando comenzado el último cuarto, de repente sonó una sirena y después una voz pregrabada que repetía una y otra vez un mensaje tipo: “atención, se ha producido una alarma. Por favor abandonen las instalaciones de manera ordenada”.

La primera reacción que observé fue la de un compañero de mi equipo que grito “¡vamos no me jodas… Hoy no, que vamos ganando!”

Los contrarios (los paraolímpicos) celebraron el mensaje pensando que por fin un partido no lo perdían. El árbitro miró a la grada y preguntó a un encargado que pasaba por allí “Manolo ¿eso es en serio?“ Y el tal Manolo se encogió de hombros. Entonces apareció detrás de una de las cortinas un jugador de otro equipo y preguntó si sabíamos algo.

El árbitro nos miró y preguntó “¿seguimos?“ , y todos dimos por hecho que continuábamos.

El que vino a preguntar volvió a su partido y los de la otra cancha ni siquiera habían parado.

 

Así es España y así somos los españoles; cuando estamos disfrutando, que no vengan a tocarnos las narices y mucho menos con una amenaza de bomba.

Luego pensándolo en casa, me decía a mí mismo “¿cómo nos vamos a ir a vivir a Kiribati…? Con este carácter latino, de juerga y disfrute”. Así que, para que veáis: he flaqueado.

Sigo como loco porque nos toque La Primitiva, pero en vez de irme a vivir allí, yo creo que pillaría un apartamento para irnos solo una temporadita, pero nada más.

Os dejo las combinaciones. Echadlas un vistazo solo si no estáis haciendo nada. Si estáis disfrutando con algo, no seré yo el que os interrumpa con chorradas de 42 millones de euros.

 

 

 

 

 

 

 

 

Preferimos ganar pocas veces,

pero hacerlo muy bien.

viernes, 23 de abril de 2021

Presagios edulcorados

 Vamos a ver, no quiero que os pongáis nerviosos, pero es que lo que me ha pasado esta mañana me da motivos para pensar que este puede ser el gran fin de semana.

 Sabéis que derramar la sal es señal de malos presagios. Yo eso lo sabía, lo que no sabía era por qué. Que para eso está Google.

 Como casi siempre, hay dos teorías. Os quedáis con la que queráis:

          · Una dice que la sal era un bien muy valioso. Tanto, que a los soldados romanos se les pagaba en sal (posiblemente, de ahí la palabra salario). Por tanto derramar la sal sería como tirar el dinero. La mejor representación de que indique un mal presagio, la podemos contemplar en el cuadro de La Última Cena de Leonardo da Vinci, donde se aprecia que Judas Icariote tira el salero derramando la sal por la mesa. Contar lo que pasará después de esta cena, a estas alturas, yo creo que no es spoiler ¿no?

 


Increíble lo de Leonardo, por cierto. Este sí que da para hablar de él durante un año entero.

           · La otra teoría, más filosófica, habla de que la sal sirve para prolongar la vida de los alimentos y para potenciar su sabor. Y por tanto es un magnífico símbolo de amistad, que podría representar la calidad duradera de las relaciones. De tal manera, que si la echáramos por tierra, sería como abandonar a un amigo.

El caso es que digo yo que todas estas cosas tendrán su contrapunto. Y si esto da mala suerte, hacer justo lo contrario dará muy buena…

Pues bien, a mí esta mañana se me ha derramado el azucarero ¡Tachán!

Vamos, que de este fin de semana, no pasa. Que estoy viendo que nos va a tocar.

La única pega que le veo es que no va a ser muchísimo dinero, solo un buen pellizco, porque en realidad no ha sido el azucarero, ha sido el bote de Stevia.

Pero vamos, que nos va a tocar, ya lo veréis

Aquí os dejo unas cucharaditas de Bono Loto, de Primitiva, etc. Solo tenéis que remover bien

 

Buen fin de semana, salaos.

 

 

 

 

La administración con más salero

 

Accidente en el hipódromo

 El domingo pasado fue un día trágico en La Zarzuela.

 

En la recta final de la segunda carrera, a 300 metros para la meta, Talimi, la yegua de Paquito Jiménez (chaquetilla blanca y roja) empezó a cerrarse hacia los palos, obligando a Borja Fayos (chaquetilla azul con mangas rojas) con Hades a echarse hacia la izquierda y “empujar” a Urmah, la yegua de Nieves García (chaquetilla amarilla y negra), que embistió contra la barrera, destrozándola.

 

En el accidente, Urmah se clavó parte de la valla y además, al ir contra ella, la barrera onduló y acabó rompiéndose haciendo saltar otro tramo de valla que impactó sobre Talimi.

 

Ambas yeguas (Urmah y Talimi) llegaron heridas y ensangrentadas a meta. Talimi de hecho, se desplomó tras cruzar la línea.

 

Resultado final: fallecieron las dos ese mismo día.

 

Por otro lado, Nieves García que es desmontada en el accidente, acaba ingresada con rotura de esternón. Daos cuenta que en ese momento, la velocidad puede rondar los 80 km/h.

 

Os dejo el enlace de la carrera por si lo queréis ver. Pero no andéis buscando morbo, porque si bien es verdad que se ve el accidente, apenas se aprecia que las yeguas vayan heridas y por supuesto, no se ve ninguna escena trágica (más allá de ver a la pobre Nieves sentada sin poder moverse del dolor).

 

Y por supuesto, os dejo también los boletos de esta semana.

 

 

sábado, 17 de abril de 2021

El Puente de Vallecas

 Los que somos del Puente de Vallecas tenemos una capacidad de asombro muy por debajo de lo normal (¿o se dice muy por encima?). El tema es que no nos sorprendemos fácilmente. El otro día sin ir más lejos se lo comentaba a una persona que vino a visitarme, le decía que en el Puente ocurren cosas que no oigo que pasen en otros sitios. Así a bote pronto, se me ocurren tres ejemplos de esta misma semana:

1.     El lunes estaba en el BBVA sentado en una mesa con otras dos personas y de repente vi que una chica que estaba en un banco esperando a ser atendida, que se levantaba, cogía su abrigo, y lo colocaba en el suelo extendido con las mangas hacia ella. Por un momento pensé que se lo iba a poner como les enseñan a los niños en la guardería, pero enseguida vi que su intención era otra muy diferente; se recostó en el suelo, encima del abrigo y puso los pies sobre el banco en el que estaba sentada. Al principio pensamos que era un acto de rebeldía por no ser atendida, o que simplemente era porque ahí se encontraba más a gusto. Pero viendo el panorama me acerqué a ella y le pregunté si se encontraba bien. Ella me miró, con una cara bastante tranquila y me dijono, simplemente es que me estoy mareando”. Entonces llegó el del banco y le dijo “¿te traigo agua?” Y ella, con la mirada muy serena repitió “no, no, dejadme. Si es que me estoy mareando pero se me pasa rápido”. Así estuvo un buen rato, tumbada en el suelo con los pies encima del banco, con la gente pasando a su lado, tratando de no pisarle el abrigo.

2.     El martes a mediodía apareció una mujer de edad indeterminada y aspecto algo extraño, llorando a moco tendido. De hecho, como bajaba por la calle y yo la oía pero no la veía desde la ventanilla, al principio pensaba que era un perrillo. Pero llegó a la altura de la administración de Loterías, se paró y seguía llorando. Era un llanto desconsolado, pero como de niño pequeño. Sin echar ni una sola lágrima. Además estaba fumando, y cuando daba una calada dejaba de llorar, fumaba, saboreaba la bocanada de humo, y luego volvía a llorar. Los transeúntes la miraban, pero nadie se vio animado a preguntarle si necesitaba algo. Estuvo ahí un rato y cuando se acabó el cigarrillo se fue. Muy raro todo, ya os digo.

3.     Y por último, es posible que ayer vierais (los que le conocéis) a Paloma en la televisión. Es que el jueves hubo un incendio en el edificio de enfrente justo. Se oían gritos de auxilio, nos asomamos y vimos que salía humo de varias ventanas. Y en una de ellas estaban un matrimonio con un niño de cinco años. Se les veía bastante agobiados. Por supuesto llamamos a los bomberos, pero en lo que venían hubo algún “héroe“ improvisado. Pero héroes vallecanos, por supuesto. De los de las grandes ideas. Uno que debía trabajar en Telefónica, y llevaba una escalera en el techo del coche, decidió sacarla y desplegarla contra la fachada. La escalera no llegaba ni a media altura del primer piso y esta familia estaba en el segundo, pero ahí la puso. A otro se le ocurrió echarles una cuerda. Y lo peor es que el padre, en mitad de la desesperación, tuvo la idea de atar al niño y tratar de descolgarlo por la ventana. Nada, fueron dos segundos. Hizo una especie de Michael Jackson en aquel hotel de Berlín. Pero lo suficiente para que toda la gente ahí congregada se pusiera a gritar. La verdad es que tampoco era para tanto, vamos... que había bastante humo, pero yo he visto timbas de mus con el ambiente mucho más cargado. Lo que ocurre es que a la Prensa le ha venido de maravilla. Ayer estuvieron por aquí reporteros de todas las cadenas para después contar todo tipo de batallas. Hay que ver cómo es la Prensa de este país... Son tan exagerados, que seguro que mañana alguno va a publicar que nos han tocado 58 millones de euros a cada uno en el Euromillones, cuando en realidad, lo que nos va a tocar esta noche son 58 millones, pero a repartir entre todos.

Quedaros con las combinaciones

 

 

The Bridge is different.

 

viernes, 9 de abril de 2021

¡Mucha mierda!

 

Pues tengo dos o tres ideas que a ver cómo las hilo, pero ya os digo que me temo que hoy va a salir pelín escatológico. Así que el que sea un poco tiquismiquis, mejor que deje de leer.

 

Se me ha ocurrido hablar hoy de esto porque el otro día surgió el tema en un programa de radio que llevaba puesto en el coche. Y pensé, aunque suene muy sexista, que con lo que nos ha gustado siempre a los tíos el “caca, culo, pedo, pis”, nunca se me ha ocurrido hablar de ello en los mails de La Presilla. Reconocedme que nosotros somos muchísimo más básicos que ellas. Y más para estas cosas.

 

Y el tema pega todo además, porque la expresión “Mucha mierda” se dice para desear suerte. Sobre todo en el teatro. Es más, desear suerte dicen que da mala suerte.

 

...Ahora entiendo por qué no nos toca nunca; llevo años deseándoos suerte cada semana.

 

Sobre el origen de la expresión, podéis elegir entre dos teorías:

  • Una dice que en la Edad Media, las compañías itinerantes de teatro, si veían muchas cagadas de caballos en la entrada del pueblo, entendían que había mucha gente (quizá una feria, un mercado...) y por tanto la oportunidad de ganar mucho dinero.
  • La otra data de los s.XVI ó XVII, cuando los ricachones iban hasta la puerta del teatro en coche de caballos. Por tanto, cuantos más excrementos, más público. O lo que es lo mismo, mucha mierda garantizaba una gran taquilla.

Y así es como se ha quedado.

 

Recuerdo que el actor José Sazatornil (SAZA), si ves una foto suya sabes seguro quién es, era vecino de aquí, de Vallecas. Y coincidía con él muchas veces en el banco. Un tipo amabilísimo. Y siempre quise decirle lo de ¡mucha mierda!, pero nunca me atreví.

 

Al final el pobre hombre murió. Espero que no fuera por no decirle yo la frase...

 

A lo que iba, que me disperso. En aquel programa hablaban de las innumerables formas de decir “cagar”, algunas realmente ingeniosas. Pero lo que me alucinó es que dijeron que hay una escala para clasificar los tipos de heces humanas. La Escala de la Universidad de Bristol, que cataloga los truños del 1 (pequeños y duros, propios del estreñimiento) al 7 (pastosa o más bien líquida, proveniente de una diarrea importante). No me pongas esa cara, que lo he advertido nada más empezar.

 

Con la cantidad de temas de conversación que puede aportar esa tabla estando de cañas con los amigotes, y yo me entero a los 50 años... De hecho, se me ocurren todo tipo de comentarios indecorosos, guarros e incluso un poco racistas. Así que lo voy a dejar aquí, no vaya a ser que saque lo mejor de mí mismo.

 

Os deseo mucha mierda con las combinaciones de abril y no os digo lo que nos ha tocado hasta ahora porque no sé si dice “una moñiga” o “una boñiga”. Pero vamos, sea como sea, es de vaca.

 

 

 

 

 

 

        

 LA PRESILLA

Una administración que te cagas.