Semana 46 de 2.014.
Quedaos con esa fecha porque por fin he entendido lo que tenía que
hacer.
Es tan obvio, que era difícil de descubrir. Curiosamente, a veces
las cosas están tan cerca que no las ves. Pero ahora estoy seguro: he dado con
la clave.
Semana tras semana hemos estado acertando un número, dos como
mucho. Pero la mayoría de las veces ninguno. Si nosotros tachábamos el 33 y el
35 salía el 34. Si tachábamos el 47, salía el 48… La diosa Fortuna siempre ha
querido premiarnos, pero alguna fuerza oculta acababa haciendo que salieran las
bolas que no estaban marcadas en nuestro boleto.
Bueno, pues he decidido
amoldarme a sus reglas de juego. Tan sencillo como eso. Mirad la participación
de esta semana
Lo que he hecho en los tres boletos ha sido tachar todos los
números menos los que vamos a jugar. Una simple engañifla al Destino. Como es
tan cabroncete, observará los números que hemos marcado y decidirá sacar las
bolas con los números que quedan en blanco. Así que con un poco de suerte,
acertaremos uno o ninguno en los tachados, como siempre. Je, je…
La estrategia es perfecta. Consiste simplemente en hacer “el
negativo del boleto”. Pero vamos, que no voy a dar más pistas porque las paredes
oyen y seguro que hay algún infiltrado por ahí que nos está espiando para
chivarse luego y que nos salga mal la jugada.
Así que ahí lo dejo, que además tengo cita ahora con el
psicoanalista (porque lo mío ya no lo puede tratar un médico convencional).
¡Va a tocar! ¡Va a tocar! ¡Lo
presiento!
Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Loco
por compartirlo con vosotros.
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