Tentaciones
Mirad que se puede decir que vivo del vicio. Pero ni el tabaco ni 
la lotería me llaman la atención más que lo justito. Fumar no fumo. Sí me gusta 
probar alguna labor nueva o incluso algún puro. No sé, quizá me pueda fumar un 
cigarrillo cada dos meses. Y en cuanto a la lotería, sí que consumo más (yo 
también pertenezco al Club de Afectados por el Desastre de la Peña). Pero 
tampoco me vuelvo loco, aunque alguna vez me toca comerme más participaciones de 
las que yo quisiera.
El caso es que las tentaciones al vicio que se están instalando en 
mi casa no van por ahí. Más bien se trata de actividades lúdicas que estoy 
viendo que me van a restar tiempo a mi ocio personal: por un lado me estoy 
leyendo un libro que me tiene enganchado (se llama “Y las montañas hablaron”), 
por otro lado mi mujer (que ya es una tentación en sí misma) se ha descargado el 
temido Candy Crush, que es un juego de esos de ordenador que me da más miedo que 
yo qué sé. Y por si fuera poco, los malotes de mi equipo me han liado para que 
me apunte en la Liga 
Fantasy  de la 
NBA. Así  que ahora me tocará empaparme un poquito de NBA 
moderna porque yo me quedé en Larry Bird (ahora llevan los pantalones por debajo 
de las rodillas…).
A lo que voy, que si notáis que la longitud de los textos se 
acorta, aparte de alegraros, ya sabréis a qué es 
debido.
Os dejo la participación de esta semana que vuelve a ser de El 
Gordo de La Primitva
Y claro, ahora me surge a mí la duda: Escribir esto, 
 ¿es ocio o  es 
trabajo? Esto va a ser como el chiste de Martínez, el funcionario. Otro día os 
lo cuento.
Buen fin de semana.
LA PRESILLA
Hoy 
puede ser el día menos pensado

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