Campeones.
Quedan dos jornadas de Quiniela. Bueno quedan más, pero a la Peña, al menos de pago, sólo le quedan dos oportunidades.
Parece que en este último tramo de la Liga hemos cogido la forma; cuando no son 12 son 11 y como mucho 10. El fin de semana pasado cogimos 11, que nos da derecho a cobrar 60 céntimos.
Yo creo que no nos merecemos terminar la temporada sin un premio algo mayor.
Pero como os decía, faltan dos jornadas y ya tenemos campeón.
El Real Madrid se ha merecido ganar esta Liga por muchos motivos: ha defendido muy bien, ha metido casi 120 goles, tiene un porterazo a pesar de las críticas que ha recibido últimamente, pero sobre todo tiene un jugador absolutamente determinante. Cristiano va a meter casi 50 goles él solito. Algo que seguramente no consigan algunos equipos.
Su calidad, su velocidad y su fuerza son indiscutibles. Pero yo, como madridista de cuna, necesito algo más. El otro día vi el partido de Bilbao y vi detalles en los que no reconozco al Real Madrid . Un jugador que le pega un balonazo descomunal en la cabeza a un adversario y que no es capaz de acercarse a ver qué tal está, que en otra ocasión se encara con el público mostrando el escudo de la Liga Profesional en un acto de lo más chulesco, o que celebra la consecución de un título de Liga haciendo un corte de mangas a un rival (por mucho que le haya provocado), no sé yo si merece vestir esa camiseta. Por muy bueno que sea.
Es mi opinión.
Y ahora veréis la participación y pensaréis que es un castigo ñoño por mi parte. Pero no. Es una decisión meditada. Os enseño la Quiniela y trato de explicarme
El Madrid jugará descargado de la presión que le viene persiguiendo desde hace tiempo. Vendrán de múltiples festejos. Jugarán convencidos de que van a golear. Además lo harán con la obsesión de que sea Cristiano quien marque para que supere a Messi. Y el Granada por su parte, aunque ya tiene todo resuelto, se tomará este partido como un premio, e intentará darle una alegría a su afición. Aparte, tengo que decir que el Granada no juega nada mal.
Y si encima le agregamos ese puntito de castigo… pues a lo mejor nos da dinero.
¡Suerte!
LA PRESILLA
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