viernes, 11 de septiembre de 2020

CURIOSIDADES

 Leí en algún sitio que las casualidades no siempre son tan casuales. 

Simplemente dependen de nuestra atención. Por ejemplo, cuando esperamos un hijo nos da la sensación de que vemos muchísimas mujeres embarazadas. Pero no es casualidad, simplemente es que estamos más sensibles con ese asunto, en ese momento puntual.

A mí el otro día me pasó una cosa de estas, que me hizo relacionar varios temas que no tienen nada que ver entre sí, pero que me indujeron a pensar que había sido una casualidad.

Por un lado, durante el confinamiento llegué a pensar que solo había una cosa del Telediario que merecía la pena: el cierre de la edición de la tarde. Y es que descubrí a un periodista, Carlos del Amor, de los que hacen Arte con cada crónica.

Por otro lado, escuché una mañana en la radio una historia acerca de un año en el que no hubo verano y me quedé con la copla para algún día hablar de eso aquí.

El caso es que ayer, cuando cerramos a mediodía, llamaron por teléfono. No lo solemos coger cuando ya hemos cerrado, pero por lo que sea lo cogí. Era un cliente que pedía un número para Navidad, que podía coincidir con un año. Comentándolo con Jesús (mi compañero), le dije “ese año es el nombre de una cerveza” y él me dijo “No. Es el año de la derogación de la Pepa” Comentario por cierto, que me dejó loco viniendo de un chaval de 25 años.

El caso es que lo buscamos en Google y no teníamos razón ninguno de los dos. Bueno, aparecía una cerveza, pero nada que ver con la que yo pensaba. Lo curioso es que decía que ese año fue el año sin verano. Y entonces recordé aquel pensamiento. Y decidí que hablaría hoy de eso.

Así que me puse manos a la obra. Lo primero, buscar en Google “El año sin verano”. Y ¡ZAS! Resulta que El año sin verano es el título de un libro escrito por Carlos del Amor.

¿Casualidad? Pues no tengo ni idea. Supongo que no.

Es como si esta noche en el Euromillones, salen el 17, el 8, el 39, el 14 y el 16. ¿Sería casualidad? Pues no. Porque llevamos tropecientosmil sorteos jugando esa combinación. O sí. No sé.

El caso es que sea lo que sea, estoy deseando conocer qué se siente.


 

Hacemos que las causalidades

parezcan casualidades.

 

Víctor M. de Francisco

sábado, 25 de julio de 2020

¿Incongruencia, temor, supervivencia...?

No quiero que penséis que me posiciono ideológicamente con lo que os voy a contar. No tengo intención.

Pero esta semana, que estoy yo solo en el Estanco, me están pasando cosas que me hacen pensar que es muy difícil gestionar determinadas situaciones. Por ejemplo, la crisis sanitaria y económica en la que nos encontramos ahora mismo. ¿O es económica y sanitaria? ¿Qué va antes?

Os cuento un caso (aunque no es el único): tengo un cliente, mayor que yo, que viene a diario a por dos Rothmans, pero el caso es que nunca me había fijado en que entra sin mascarilla. Le advertí en un par de ocasiones acerca de la necesidad de llevarla puesta. El lunes me volvió a pedir su ración diaria y le dije mientras le atendía, que se tenía que poner la mascarilla. Pero se hizo el loco.

El martes volvió a por su par de Rothmans (8,30€) y lo intenté con cierta ironía: “¿Qué? ¿Tú vas por libre? La mascarilla es obligatoria en recintos cerrados” o alguna chorrada así le dije en los 20 segundos que dura nuestra relación diaria. Parecía haber agotado su paciencia.

A veces las miradas hablan. Y la que me echó en ese momento decía textualmente “me tienes hasta los cojones con la mascarilla”.

Claro, mi conciencia me obliga a recomendar su uso, aun cuando el Estanco está blindado, la gente accede de uno en uno y las operaciones no suelen durar más de un minuto.

Pero por otro lado, esta ha sido semana de pagas extra, de liquidación de IVA, de retenciones e ingresos a cuenta de IRPF y por supuesto, el resto de pagos inherentes al negocio. Y las ventas van bastante reguleras. Así que cuando ayer le vi entrar con su billete de 10€ en la mano, me llevé una alegría, lo tengo que reconocer.

Y por supuesto, no se me ocurrió decir ni mú de la ausencia de mascarilla en su cara.

Bueno, una microalegría. Pero como este es uno de muchos casos, pues al final la suma de varias microalegrías se convierte en una alegría.

En resumen, que si esto me pasa a mí, que soy un mierdecilla, pues imaginad una comunidad autónoma o un país...

¿Dónde está el punto de equilibrio entre la Salud Pública y la Economía?

Si lo pensáis, es el eterno dilema del tabaco. Mucho antes ya de esta pandemia.

En nuestro caso, “sólo” tendremos que protegernos para cuidar la salud, porque de la parte económica, tarde o temprano se encargarán estas combinaciones.


El “solo” va entre comillas para indicar que aunque parece fácil, no lo es tanto.


Mucha suerte.

jueves, 9 de julio de 2020

Perseverancia

Todos conocemos a alguien que acaba consiguiendo lo que se propone ¿a que sí?

Bueno, también hay quien emprende mil iniciativas y luego no acaba nunca ninguna.

Pero volvamos a la gente que alcanza el éxito, que es la que nos interesa.

Definamos niveles:

1.   NIVEL PRO. Aquí englobaríamos por ejemplo a todas aquellas personas que siguiendo un sueño, deciden montar un negocio (o continuar el familiar) y acaban convirtiéndolo en su forma de vida. Por regla general, la iniciativa es de la persona, pero la colaboración de un gran grupo humano alrededor es imprescindible.
2.   NIVEL ÉLITE SÚPER TOP. Es ese tipo de gente que a fuerza de no sé muy bien qué, consigue alcanzar metas absolutamente insospechadas. Se me ocurren por ejemplo un montón de líderes políticos nacionales y extranjeros. Pero hay cientos de casos: desde el Chikilicuatre hasta Belén Esteban, por citar un par de casos.
3.   NIVEL “McGYVER CHAVAL, VE A LLENAR EL BOTIJO”, que es el que me ha servido de inspiración para escribir este post. Es el caso de un bebé que nació el otro día en Vietnam. Es tan crack el chaval, que no sabemos ni el nombre. El caso es que en el Hospital internacional de Hai Phong, una madre de 34 años dio a luz a su tercer hijo. Hasta aquí, todo normal. Lo curioso es que la criatura salió con un artefacto entre sus dedos. Ni más ni menos, que el DIU (Dispositivo Intrauterino Anticonceptivo -no entiendo lo de la U- ) que le habían implantado defectuosamente a la madre. 
La prueba

4.    NIVEL PRESILLERO TOPE DE GAMA. Es el triunfo de la perseverancia, de la constancia, de machacar y machacar. Esas situaciones que de tanto ver fallar piensas que se han convertido en imposibles. Pero a pesar de los DIUs que nos ponen en los bombos (queda curiosa esta frase), y aunque sea absolutamente insospechado, este pequeño negocio familiar algún día acabará siendo famoso porque 82 majaretas vendrán a bailar el Brikindans, el Maiquelyason y el Robocop gracias a estas combinaciones


Por cierto, os diré que en la participación del mes pasado hemos recuperado 5,10€.
Aún así, id vendiendo lo que tengáis invertido en Bolsa, que la semana que viene previsiblemente os enviaré los saldos y pasaré el cepillo.










Si yo tuviera otro hijo, tendría que salir,
con bisturí láser de precisión, manguitos
del 0,2 y un grupo de soldadura.

viernes, 3 de julio de 2020

Feliz Cumpleaños

Una de las grandes ventajas que me ofrece esto de la Peña es la libertad de elegir el tema del que hablo cada semana. Así que hoy he elegido uno bastante personal, aunque por otro lado, nos concierne a todos.

Hoy mi padre habría hecho 96 años. Y si siguiera viviendo, seguro que le pillaríais en La Presilla. Él siempre decía que moriría con las botas puestas y así fue: uno de mis últimos recuerdos de él es sentado en la cama del hospital haciendo la Declaración de la Renta.

Digo que a vosotros también os concierne porque como no sé exactamente la fecha en la que mis abuelos abrieron la tienda por primera vez, hace ya unos años decidí establecer como “oficial”, la fecha del nacimiento de mi padre: el 3 de julio de 1924.

Así que hoy La Presilla cumple 96 años.

Casi un siglo de vida en el que hemos pasado por todo tipo de vicisitudes: La Presilla ha vivido una guerra, varias crisis económicas mundiales, aquí se produjo un asesinato (ya os he hablado en alguna ocasión de eso), pero también se han vivido muchas alegrías, se han dado muchísimos premios, se ha generado empleo a cientos de personas…

La Presilla es la imagen viva de un barrio que pasó de ser las afueras de una gran ciudad, a un barrio extremadamente comercial. Luego se transformó en Territorio Comanche plagado de yonkis y delincuencia. Y ahora vuelve a ser un barrio humilde, de trabajadores, donde la inmigración convive con la modernidad que poco a poco se va abriendo paso para volver a dar a esta zona de Madrid el esplendor que nunca debió perder.

El caso es que aunque mis abuelos, mi madre y yo hemos puesto nuestro granito de arena, La Presilla no sería lo que hoy es sin la increíble labor que realizó mi padre durante toda su vida. 

Son 25 años ya sin él, pero no hay día que no le recuerde, aunque sea un instante. Pero sin pena ya. Con alegría y sobre todo con orgullo. A veces lo que le digo es “Venga, vamos. Mueve hilos por ahí arriba y haz que saquen estos números…”


Mi padre siempre se ha llevado bien con todo el mundo, así que estoy seguro de que al que sea, le tiene ya medio convencido.








Dicen que me parezco mucho a él,
pero yo prefiero morir con las chanclas puestas
(o en su defecto, con las deportivas).

Noche de San Juan

No os pude escribir el otro día, pero seguimos en la semana en la que se celebra la noche más corta del año; la noche de San Juan.

En esta ocasión una celebración un poco rara porque por prevención frente a posibles contagios, no se ha permitido celebrar prácticamente en ningún lugar de España.

Pero nosotros, que somos más chulos que nadie, lo vamos a celebrar ahora mismo, dos días después y a través de la meditación:

     Imaginad una hoguera. Imaginadla tan grande como queráis. Primero se deben poner maderas y carbón, para generar una buena llama. Y cuando el fuego esté vivo en nuestro pensamiento, debemos empezar a echar todo eso que tira de nosotros hacia abajo: Rencores, resentimientos, miedos, culpabilidades, complejos, dolores... todo lo que nos impida ser felices lo debemos quemar.

Soy consciente de que habrá cosas que no ardan y al final, tendremos que cargar con ellas un año más (o varios). Pero es importante jugar a pensar que nos podemos deshacer de todo aquello que no nos ayuda, aunque sólo sea en nuestra imaginación. Viene a ser como lo que se estudia en primero de Informática: el reseteo. Es algo así como apagar y volver a encender.

Cuando todo se ha quemado y solo quedan las brasas, la tradición dice que hay que cruzarlas descalzo un número impar de veces para conseguir la liberación y la purificación del alma. Hay gente que incluso habla de poder atraer fortuna con estas técnicas y también a través del agua y la danza.

Entonces, recapitulemos...

El número impar lo tenemos, porque esta es la semana 25. Las brasas también, porque más brasa que os pego yo cada semana... Lo del agua ya va complicando un poco la situación porque con estos calores, la verdad es que yo soy más de cervecita. Aunque si no es bebida sino echada, tampoco me importa darme un chapuzón.

Donde le veo lagunas al plan es en el tema de la danza. No solo bailo fatal, sino que además mi mujer y mi hija dicen que cuando lo hago pongo cara de tolai.

Pero en fin, como es un ejercicio de imaginación y con el pensamiento se puede hacer casi lo que se quiera, me voy a imaginar bailando como Fred Astaire mientras recojo el cheque en la sede de Loterías.

Os recuerdo las combinaciones para que vosotros también hagáis vuestro ejercicio de meditación 

 





Os debo tener quemaditos ya.
Y encima, os hablo de hogueras

jueves, 18 de junio de 2020

@jokin4318

¿Tienes cuenta de Twitter?
Si es que sí, ¿cuánta gente te sigue?
 
Yo tengo dos: una del negocio @LaPresilla con la increíble cifra de 357 seguidores. Y otra personal @PosteMedio en la que hablo de todo, pero fundamentalmente de Baloncesto (cada uno, su pasión). En esta otra, soy más activo, comentó cosas, retwiteo... 67 seguidores (y uno de ellos es @LaPresilla).
 
¿Y a ti? ¿Te siguen más de 100?
 
Pues bien, el otro día me llegó la increíble historia de Joaquín Carmona (@jokin4318).
 
No sé si le conoces. Yo no había oído hablar de él en mi vida. Es un hombre que solo habla de Atletismo. Envía noticias de récords, de atletas, de programas de preparación, de todo tipo de estadísticas acerca del Atletismo...
 
Tiene 31.286 seguidores.
 
Pues bien, el 15 de marzo envió un Tweet (un mensaje en Twitter) y ya no volvió a enviar más. Pasaron los días y los aficionados al Atletismo empezaron a echarle de menos. Muchos pensaron que estaría siendo víctima de la COVID-19.
 
Entonces, Alfredo Varona, un cronista de la revista especializada “La Bolsa Del Corredor (LBDC)” decidió tratar de localizarle. Como no sabía dónde buscar, fue preguntando por las Redes, a ver si veía el mensaje alguien relacionado con él. Y así fue. Un día recibió un mensaje directo de un estudiante madrileño que vivía en Italia. Decía algo así:
  • Yo sé quién es. Hace tiempo coincidía con él en una biblioteca de Arganzuela. Por cierto, si le ves, dile que deje de vivir en la calle.
Alfredo Varona no terminó de entender bien el mensaje. Pero era tal cual.
 
Joaquín Carmona es un sin techo, que vive desde hace años en un parque, y que lo único que tiene propio es un colchón que encontró en la calle y un viejo portátil que carga en la biblioteca municipal. Al cerrar esta por la situación de alarma, él no ha podido seguir dando difusión a su deporte favorito.
 
Consiguió localizarle. No fue fácil, pero casi le costó más que le concediera una entrevista, decía que no quería saber nada del mundo y que tenía mucho que perder.
 
Al final, accedió a la entrevista y parece que le está valiendo para recibir más de una ayuda, que ojalá le saquen de la calle y consiga acceder a un trabajo.
 
Me gustaría que buscaras su perfil en Twitter, con sus más de 29.500 tweets registrados. Porque no solo es una producción espectacular, sino que además están perfectamente estructurados.
 
Es una historia increíble (al menos a mí me lo parece) de la que debemos sacar una conclusión: que la constancia y la tenacidad te pueden cambiar la vida.
 
Os recuerdo nuestra constancia y tenacidad particulares
 
 






 
 
 
 
Si este hombre hablara alguna
vez de nosotros, no sería sobre
velocidad. Más bien sería sobre
resistencia. O ultra-resistencia.
O quizá ultra-resistencia con salto
de obstáculos en el desierto.
Sea como sea,
nuestra meta está en Kiribati.
 

sábado, 13 de junio de 2020

IÑAKY


Hoy os voy a hablar de una buena persona. 

Durante todo este tiempo que hemos estado confinados en casa, la mayor preocupación (gracias a Dios) de muchos de nosotros ha sido cómo ocupar el tiempo. Los puzzles, los juegos de mesa, la levadura para repostería, las aplicaciones del móvil o los álbumes de fotos han sido los productos estrella. Cada uno se ha buscado sus rutinas para hacer más llevaderos los días.

En nuestro caso, en verdad más en el caso de mi mujer, le dio por el deporte. Retiramos la mesa del salón y lo convertimos en una sala de fitness. Empezó apuntándose a todo (Fitness, Yoga, Pilates, GAP…). Personaje que aparecía en Instagram, clase que se hacía, hasta que Iñaki la fidelizó.

Y poco a poco me fui enganchando yo también.

Iñaky García (que es como se hace llamar en Instagram), sigue ofreciendo su conocimiento como desde el primer día. Solo descansa los sábados porque dice que el descanso es tan necesario como el propio entrenamiento.

Este chico es un fenómeno. Pero no solo lo es porque sepa dirigir muy bien el entrenamiento. Lo es porque se ciñe a lo que controla (que es mucho). Habla de musculación, de alimentación, de técnica en los ejercicios, lo que se debe y no se debe hacer… y todo eso lo envuelve con gracia, con buena música y con el misterio de ocultar a su chica, que hace gimnasia con él, pero a quién nunca se ve. Al más puro estilo “Los Ángeles de Charlie”, pero al revés. Porque Charlie sería ella (Jenny), a la que todos conocemos por “Producción”.

Con su método de trabajo ha revolucionado las redes. Al menos, las mías. Ha llegado a tener en directo hasta 13.000 dispositivos conectados a la vez. Eso significa que como no todo el mundo hace los ejercicios solo, ese número se multiplica de tal manera que es como si estuviera el WiZink Center abarrotado, dando clase con él. Y de manera totalmente desinteresada.

De verdad, ha sido una tabla de salvación para mucha gente. Yo no estoy más delgado, ni más fuerte, ni me ha salido pelo. Pero sin embargo, me siento física y mentalmente sano. Me ha hecho sentirme en forma. Y eso es muy de agradecer.

Estoy convencido de que el caso de este chico se estudiará en las universidades de Comunicación. 

Yo creo que la clave de su éxito radica en varios factores:
    1. Que ha sabido mantener su posición sin desviarse del camino. Porque hay otras, que lo mismo te dicen un día “Hola, soy Fulanita y hoy vamos a hacer glúteos”, como al día siguiente te saltan con “Hola, soy Fulanita y hoy vamos a hacer croquetas de jamón”.  
    2. Y sobre todo, en su bondad y su normalidad. Es un tío que cae bien. Que demuestra pasión por lo que hace y cariño a los que le seguimos.

Por eso, como no sabía cómo agradecerle lo que ha hecho por nosotros durante este tiempo de confinamiento, y como además, iniciamos ciclo nuevo, he decidido regalarle una participación de las que vendemos por ventanilla, en señal de agradecimiento.

A ver cómo consigo hacérsela llegar…

Estas son las combinaciones que jugamos hasta el 5 de julio.

¡Mucha suerte!