Peligro: se está perdiendo la autenticidad de las cosas.
El otro día escuché en un bar que alguien pedía un té sin teína. El otro día compré en el supermercado (sin querer) uvas sin pepitas. Los décimos de lotería hace tiempo que se pueden sacar ya por el terminal sin foto ni colores. Y hasta la participación de la Peña de La Presilla parece que ha perdido su sello de identidad: ¡La semana pasada dio un premio superior a 3 euros! Nada es como antes. De verdad, yo no sé dónde vamos a llegar. Cualquier día escuchamos una canción de Perales que no hable de los niños, ni de los pájaros ni del adiós.
Lo de la participación es verdad. La semana pasada os pedí un poquito de optimismo y parece que nos ha venido bien. Y es que muchas veces, cuando actúas con la convicción de que va a salir bien, sale bien. En nuestro caso, se ha traducido en un premio de 3,70 eurazos, que me sabe a récord. Vamos, que eso son prácticamente dos semanas jugando gratis a la Peña de La Primitiva, ahí es nada…
Esta semana, como tiene tanta fiesta, la he hecho de La Primitiva del sábado otra vez, pero en plan doméstico. Para los que estamos abonados y para cuatro gatos más que tengan la oportunidad de comprarla en ventanilla.
Lo que he hecho ha sido meter más números (hasta 22 hay marcados), pero reducirla al 4 en vez de al 5. Eso quiere decir que si acertamos todos los números, nos garantizaríamos al menos un boleto de 4 aciertos. No es gran cosa, pero para probar en una semana rara, no viene mal. Además al ser menos, tocaríamos a más.
Que no me enrollo, os presento la combinación.
Lo dicho, que por perder autenticidad la han perdido hasta los puentes. Antes había un puente y te ibas por ahí tantos días, que al volver no te acordabas ni del nombre de tu compañero. Sin embargo, ahora, aquí me tenéis; Viernes de puente y aquí estoy como un campeón, al pie del cañón.
Para los que sí os lo hayáis cogido, feliz fin de semana. Bueno, y para los demás también, qué leche. A ver si no vamos a ser de Dios…
Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Dpto. de Alimentación
Alimentando esperanzas.
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