lunes, 12 de diciembre de 2011

Sem. 48 La Primitiva

Bienvenido Mr. Marshall

Este fin de semana he estado en San Agustín de Guadalix. Tuvimos un tiempo inmejorable para dar un paseo por el campo y lo pasamos sensacional. Pero os cuento lo de San Agustín de Guadalix porque no sé si sabéis que fue allí donde se rodó la película Bienvenido Mr. Marshall, todo un clásico del cine español. Y para conmemorar este hecho hay un monumento a la entrada del pueblo (viniendo desde Soto del Real). Posiblemente sea el cuadro escultórico más feo que exista sobre la faz de la Tierra. Yo creo que lo debió diseñar el hijo pequeño del alcalde. ¿Qué digo el hijo? Lo ha debido hacer el propio alcalde.

Pero a lo que voy. Os voy a tratar de explicar la conexión:

            Como sabéis, parte de la Peña la jugáis vía mail, pero otra gran parte la juegan personas que vienen a recoger su papeleta física cada semana. Por eso, yo cada lunes me traigo las participaciones a casa y por la noche, ayudado de una lista, voy colocando en la tarjeta de cada cliente, las participaciones que se juega. Para mí es casi inevitable visualizar a la persona a la que le estoy preparando sus Peñas y dedicarle dos, tres o cuatro segundos mientras inserto las participaciones en el clip de su tarjeta. Y siempre pienso, “jo, cómo me gustaría que le tocara a esta persona (no pienso dar nombres) para que se pudiera ir a Sofía a ver a su novia… y ésta, que siempre dice que lo repartiría entre sus nietos, ya me gustaría a mí ver si es verdad. Y a éste, que al final no se compró la escopeta de caza con aquel premio que dimos, qué bien le vendría ahora el dinero. Y esta pobre, podría pagar a una mujer para que cuide de su madre que cada día está peor. Éste se lo gastaría todo en un viaje a Cuba, seguro. Y éste otro, que no encuentra trabajo ni bien ni mal. Claro que con las trazas que me lleva, tampoco me extraña… Y éste otro, ¿para qué quiere más, si está forrao?”
           
Y acabo pensando que haría de El Puente de Vallecas un barrio próspero, en el que mucha gente (porque jugamos mucha gente) dejaría de pasar penurias.  

No me digáis que no hay un paralelismo increíble. Los que habéis visto la peli, que supongo que seréis todos, recordaréis el argumento; Cada habitante del pueblo va pidiendo un deseo, una necesidad para cuando vengan los americanos con el dinero. Pero después de tener todo el pueblo engalanado, y de estar todos preparados para recibirles, el coche (parodiando lo que ocurrió con el Plan Marshall en España después de la II Guerra Mundial) no paró en el pueblo.

Y eso también es lo que nos pasa a nosotros cada semana. Que domingo tras domingo, el coche pasa de largo...  hasta que llegue el día que se detenga.

Ésta es la combinación con la que pretendemos detenerlo esta semana.


Muchas gracias por vuestra paciencia.

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