De
vuelta.
A los que tenéis o
habéis tenido alguna vez perro, seguro que os ha pasado lo de estar tirado en el
sillón con el pantalón del pijama, descalzo, cabeceando medio dormido, con un
cojín en la nuca y otro agarrado contra la tripa, decidiendo si terminas de ver
la serie chorra que no es que esté bien, pero te produce paz, o te vas a la
cama.
Y en ese momento
aparece el perro, te da tres veces con la pezuña en la pierna, se va a la puerta
de casa lloriqueando y mirándote, planta el culo contra suelo como diciendo
“bájame ya que no me aguanto”.
Y tú que estabas ahí
tan a gustito, vístete, cálzate, abrígate, coge la correa y el paraguas por si
acaso.
Y cuando llegas a la
calle efectivamente hace un frío del carajo y no sólo llueve sino que más bien
parece agua nieve.
¿Qué? Que os ha
pasado ¿a que sí?
Bueno, pues hace dos
días como aquel que dice, estaba yo en mi hamaca, en chanclas y bañador,
dormitando bajo el sol mientras decidía si me daba un baño o me iba a tomar una
cervecita, cuando llegó el calendario (ése sí es un perro) y me recordó que eso
se acabó. Que hay que vestirse de persona seria, coger el paraguas por lo que te
pueda caer, y volver al trabajo.
Lo bueno, que en La
Presilla no hace frío porque estoy arropado por muy buena
gente.
Lo malo, que a
diferencia del símil, aquí “el paseíto al perro” dura 11
meses…
…O no.
Porque a lo mejor se
reconcentra toda la suerte que no hemos tenido hasta ahora y pegamos el
petardazo esta semana.
Os dejo las
combinaciones, que siguen siendo las mismas que las que llevamos jugando durante
julio y agosto.
¡Con lo a gustito
que estaba yo!
Feliz año nuevo.
Porque para muchos ahora es cuando comienza el año, hay quien dice que es más
importante el comienzo del curso que el del año natural. Y yo creo que no les
falta razón.
Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Al
azar no hay quien le entienda.
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