Es curioso. 
Con el ritmo de nuestras propias rutinas no nos damos cuenta, pero vivimos en 
una sociedad contradictoria en la que a diario nos encontramos sinsentidos a los 
que no prestamos ninguna atención: qué os diría yo, por ejemplo que el BBVA 
tenga un beneficio anual de 2.228 millones de euros1 y se vea 
obligado a cerrar oficinas, o que los chinos paguen más de 2.000 euros al mes de 
alquiler2, y que cada día abran más locales en los que nunca entra 
nadie (en nuestra calle hay una peluquería que parece el Museo de Cera, sea la 
hora que sea, siempre hay una mujer viendo una peli en el ordenador mientras la 
otra está sentada viendo pasar a la gente, como las vacas ven pasar el tren). 
Son 
noticias que oímos cada día pero que no escuchamos.  Oímos hablar de 
la Comisión 
Nacional de VALORES y no nos sorprende que el único valor que 
manejen sea el dinero. Nos hablan de la Fiscalía 
Anticorrupción y no nos extraña que al que defienda sea al 
corrupto. Y así con infinidad de temas cotidianos.
Pero esta 
semana, al dejar a los niños en el cole, he escuchado tres días seguidos un par 
de anuncios en la radio (siempre consecutivos) que me han llamado muchísimo 
la atención. 
Decían así:
El primero 
es de la DGT
         
“Cuando alguien va muy rápido, se dice que va como una bala. ¿Será porque la 
velocidad mata? La velocidad es la primera causa de muerte en 
carretera.”
El 
siguiente, de Audi.
“Más deportividad en 
el modelo más compacto de Audi. Audi A1 Adrenalin. Todo lo necesario para llevar 
tu adrenalina al límite.”
No sé, igual me estoy 
volviendo yo más místico que la leche, pero a veces me da la sensación de que 
nos digan lo que nos digan, nunca reaccionamos. Simplemente como sale en los 
medios, lo damos por bueno. Sin más reflexión.
Cualquier día de 
éstos, un político le va a tirar la moto a un agente municipal, se va a ir sin 
mirar atrás y como siempre tendrá un sector de la Prensa que le apoye (sea de la 
ideología que sea), acabaremos todos pidiendo la dimisión… pero la del 
policía.
Por eso cuando 
termine de pagar el premio al portador de cada una de las 157 participaciones 
como ésta
me voy a coger a mi 
mujer y a mis hijos, y me fugo con ellos a las Islas Kiribati. Vamos, yo lo 
tengo claro.
Buen fin de semana, 
que con suerte es el último de abrigo gordo.
 1.- Datos obtenidos en internet y corroborados por 
diferentes fuentes (ABC, Expansión…)
            2.- Datos obtenidos en el Puente de Vallecas y 
corroborados por la Petra, que en el barrio es la que se entera siempre de 
todo.
Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Sólo 
nos falta rematar de cabeza