viernes, 27 de diciembre de 2013

Sem. 52/13 La Presilla

Gracias.

Esta semana afrontamos el último intento del año para conseguir un buen premio en La Primitiva. Pero pase lo que pase, os quiero dar las gracias por haberme aguantado otro año más.

Para nosotros como empresa, la Peña nos ayuda a sobrevivir. Es tiempo de mucho jaleo y de mucho movimiento, pero si no fuera por los sorteos tradicionales de estas fechas, las administraciones de lotería no podríamos subsistir, porque el resto del año (de un tiempo a esta parte) es deficitario. Y si hay algo que nos está ayudando a superar estos momentos críticos, es precisamente la Peña.

Pero os quiero agradecer también vuestra presencia en la Peña a título personal. Porque he cogido la costumbre de sentarme en el sillón un ratito los miércoles o los jueves a escribir chorradillas en el ordenador, que me hacen evadirme un poco de la rutina diaria.

Así que, aunque hoy precisamente no me voy a enrollar, si quería mostraros mi gratitud y ya de paso, desearos que paséis unas felices fiestas y que el próximo año que está a punto de comenzar venga cargado de optimismo.

Yo por mi parte, os ofrezco un motivo para la esperanza: la misma combinación de la semana pasada (con el 1 y el 7 de reintegros).

A ver si tenemos algún día en la Peña la suerte que está teniendo La Presilla últimamente en el sorteo de Navidad: hace dos años dimos un tercer premio y el domingo pasado repartimos el cuarto (20.00€ al décimo).

Feliz Navidad y que disfrutéis de la celebración de estas fiestas, tanto si lo hacéis con vuestros seres queridos, como si lo hacéis en familia    ;-)

Sem. 51 Quiniela

Hola chicos.

Yo tenía un chiste buenísimo que me contó mi amiguete Alejandro. Pero es que no me da tiempo ni a rascarme. Así que os dejo la foto del boleto de la Quiniela, que ya está sellada.


Un abrazo a todos.

Feliz Navidad y a ver si hay suerte en esta última oportunidad del año con el Fútbol.

Sem. 51 Quíntuple Plus

Hola chicos.

Seguramente pensaréis que estoy retrasando el envío de este
mail para destruir puentes de espionaje de otras administraciones de
Loterías que se fijan en nuestros boletos para actuar en consecuencia.
Bueno, pues no. Es que con el jaleo de Navidad, casi se me olvida echar la
Quíntuple.

Ësta es. Tal como me la ha enviado Carlos.

Boleto 1,112 euros: 1)los 7. 2)9. 3)1-4-7-9. 4)1-2-3-8. 5)p:8,s:5.
Boleto 2,84e: 1)los 7. 2)9. 3)4-7-9. 4)1-2-3-8. 5)p:8,s:6

Mucha suerte mañana.

Mucha suerte en la Quíntuple. Mucha suerte en el Sorteo de Navidad. Mucha
suerte en la vida en general.

Sem. 51 La Primitiva

Feliz Navidad.

Os deseamos desde La Presilla tanta Paz como necesitamos para nosotros. Porque la verdad es que estos días nos traen de todo menos Paz.

Y es que no sé cómo se vivirán las Navidades en otras administraciones de Loterías, pero al menos yo por estas fechas tengo siempre una mezcla de sentimientos que no termino de dominar. Por un lado, la tensión del jaleo constante, la incertidumbre de si van a cuadrar las cuentas, el riesgo de manejar dinero que no es mío, los nervios de las llamadas de última hora… Y por otro, la esperanza de poder repartir muchos premios, la alegría de percibir la ilusión de la gente y sobre todo, la satisfacción de saber que se ha hecho todo lo que estaba en nuestras manos.

Y de entre todo, como siempre, me quedo con lo bueno. Primero porque nos queda la conciencia de saber que lo hemos hecho de la mejor manera que hemos sabido y con el mayor cariño: ayer mismo nos prometíamos Paloma y yo que ya no venderíamos más lotería a la gente que nos llamara de fuera de Madrid, pero cada vez que nos llamaba alguien, éramos incapaces de decirles que no teníamos el décimo que solicitaban, si aún nos quedaba. Y no es por el ansia de vender un décimo más, sino por lo que gusta sentir la alegría al otro lado del teléfono de alguien que por fin ha encontrado el décimo con el número de la fecha de la boda, o del nacimiento de su hijo, o simplemente un número chorra que se le ocurrió decir en una  reunión de amigos y que ahora están todos locos por encontrar.

Lo bonito y lo diferente de mi trabajo respecto al de los demás es precisamente eso: la ilusión. Las historias que te cuentan, las microamistades que surgen en Murcia o Gran Canaria a través de una llamada. Pero sobre todo, nuestra ilusión. Porque el cliente, salvo casos como los que os cuento, viene a comprar su décimo, lo guarda en la cartera y cuando ha puesto el pie en la calle ya está pensando en el recado que tiene que hacer después. Esas escenas de anuncios en las que la gente compra el décimo y empieza a soñar con una vida paradisiaca, no suelen ser lo habitual. Por no hablar de ese compañero de oficina que compra el “puñetero” décimo no por la ilusión, ni por el anhelo de una vida mejor, sino porque lo han comprado los demás y a ver si va a ser él el único gilipollas que se quede trabajando.

Como os decía, lo que más me gusta es nuestra ilusión. Porque yo no juego a que me toque (hombre, si me toca, ya sería la bomba), juego a dar el premio. Y todos los años por estas fechas estoy convencido de que lo voy a conseguir.

Pero luego llega el día del sorteo…

Somos como el actor de teatro que se aprende un guión complicadísimo y después de mucho trabajo, en mitad del estreno, se queda con la mente en blanco.

Es un poco eso. Mucho esfuerzo, mucho tesón, mucho trabajo, pero luego llega el día 22 y te quedas con cara de panoli. Y lo peor es que tienes que estar escuchando allá donde vayas “¿qué? Nada ¿no?” “Mira Doña Manolita, ésa sí que es buena, que tiene una suerte…” No. Ésa no es que sea buena. Es que lleva una serie (sólo una) de casi todos los números. Así lo difícil es no darlo. Y la suerte que tiene es que está en todo el centro de Madrid.

Pero bueno, de momento sigo en la fase del convencimiento. Y si luego no es así, pues supongo que me afectará menos. Porque en realidad lo que os acabo de contar es lo que me pasa semana tras semana, pero a menor escala. De lunes a viernes siempre estoy convencido de que os voy a anunciar un súper premio en la Peña, y luego llega el fin de semana, y plof. Así que uno ya va haciendo callo.

Mirad las combinaciones de esta semana

¿Os imagináis que nos toca La Primitiva un día antes del Sorteo de Navidad…? O mejor aún ¿os imagináis que nos toca La Primitiva hoy mismo…?

De momento la semana pasada recuperamos 50 centimillos cada uno.

Lo dicho: Feliz Navidad.

Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Hoy puede ser el día menos pensado



Sem. 50 Quíntuple Plus

Yo soy de los que piensan que la vida siempre compensa. Así que id preparando un fiestorro porque con todos los plenos que hemos perdido este año por una nariz, por un pelo, por un píxel o por una decisión errónea de los jueces… está claro que las dos próximas Quíntuples (por no decir las tres que quedan este año) se van a venir para La Presilla sí o sí.

Esta semana, salvo retirados de última hora, jugaremos con estas bazas

La doble Alabarda – Blackberry Boy es de Bote. Y ya, si es en el segundo boleto, es de Bote más traca.

¡Suerte!

Sem. 50 La Quiniela

Después de esta parada por partidos de Copa del Rey, volvemos con las pilas cargadas, pero con menos dinero que apostar. Eso nos obliga a salirnos del camino que os dije que no me dejarais abandonar, pero es que esta vez no queda más remedio. Tenemos que arriesgar un poquito más. Y encima, el Atleti que ya se ha convertido en un seguro más, esta semana lo han bajado al Pleno al 15.

Esto es lo que ha salido

Veremos a ver qué pasa, porque a mí estas jornadas de víspera de fiestas, con Champions en medio y con los campos medio helados, me dan más miedo que yo qué sé.

Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Ofreciendo Fortuna desde 1.924


Sem. 50 La Primitiva

Recuerdos.

Cuidado. Llegan fechas entrañables llenas de recuerdos, paz y amor. Pero como somos como somos, a veces nos empeñamos en exagerar tanto las cosas que se nos va de madre. Y si no lo exageramos nosotros, ya se encarga por ahí alguna mano negra de lanzarnos mensajes que nos hagan sentirnos en estas fechas más bondadosos o más generosos. Como si en febrero pudiésemos ser más falsos o como si en verano desapareciesen los niños pobres.

Y es que es verdad. Ha sido entrar diciembre y ya he empezado a recibir mails milongueros de éstos de reenviar a quinientas personas para hacer feliz a noséquién (supongo que a alguna multinacional…).

Este tipo de mails los suelo eliminar sin más, pero hubo uno que me llamó la atención. Hablaba de la madre de un niño enfermo que necesitaba localizar donantes del grupo AB y daba su teléfono. Me pareció tan de verdad, que se lo reenvié a la gente del equipo. Y resulta que Ana (todo corazón) es AB, y llamó. “El número de teléfono no corresponde a ningún usuario”. Y digo yo, ¿quién y qué se gana con esto?

Como otro que recibí el otro día de un tweet de Arturo Pérez Reverte: dos folios. A mí Twitter sólo me deja escribir 140 caracteres. No sé, será que Arturo tiene enchufe…

Y es que hay que saber diferenciar lo auténtico de lo artificial. Y más en estas fechas.

En fin, que no necesitamos que nos insuflen más penas. Que ya tenemos suficiente con las que tenemos.

Preparémonos para vivir una Navidad llena de alegría (que eso es el Adviento) disfrutando de los nuestros y recordando con cariño a los que nos faltan.

Por cierto, hablando de eso, estoy seguro que próximamente nos va a caer un buen premio del cielo porque últimamente he enviado una brigada para allá. En serio, llevo un tiempo que veo más a los amigos en funerales y tanatorios que en los bares. ¡Vaya rachita! Esta semana nos ha dejado el “peluquero”. Bueno, a mí el peluquero me abandonó hace ya años (más bien yo a él). Pero llamo el “peluquero” al padre de Paloma, porque se apellida Peinado. Y como son tropecientos hermanos, yo siempre decía que había hecho muchos Peinados (y alguno bien bonito).

También nos ha dejado Merche… Vamos, que no sigo porque esto va a acabar pareciendo la sección de esquelas del ABC.

Os dejo la combinación (que vale para hoy jueves y para el sábado), ya veréis como éstos tienen mano allá arriba


Y ya sabes Reyes, las personas no mueren cuando se van, sino cuando se las deja de recordar. Y a mí ese potaje de tu madre aquella Semana Santa no se me va a olvidar en la vida (y mira que a mí el potaje…)

Mantengamos el espíritu de la Navidad todo el año. Pero el bueno.


Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Ofreciendo Fortuna desde 1.924