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viernes, 11 de marzo de 2016

Sem. 8 Lotería Nacional y Gordo

Nadie sabe cuál es el secreto para pasar a la posteridad.

Y lo peor es que no suele ser suficiente sólo el esfuerzo personal para conseguirlo.

Hay cientos de miles de personas que han dedicado, sin éxito, su vida entera a que su nombre aparezca, aunque sólo sea una vez, en las páginas de la Historia Universal. Lógicamente no os puedo dar ejemplos porque si lo hiciera, significaría que han alcanzado la fama.

El caso es que igual que hay gente que ha puesto todo su empeño, también los hay que aparecen con un porrón de visitas en Wikipedia completamente de chiripa; es el caso de Paul Cole, al que yo apodaría el Homer Simpson británico. El mérito de este hombre es que dedicó un día de vacaciones a visitar Londres con su esposa. Hasta ahí, normal. Lo cachondo es que cuando ésta decidió entrar en un museo de Abbey Road, él con sus cojonazos, le dijo "pues hale, entra tú sola maja, yo te espero en la puerta que a mí estas cosas me aburren" (en perfecto inglés, eso sí. Os lo he traducido por vuestra comodidad).

Y ahí estaba el tío, esperando a que saliera la mujer, al borde de la acera con las manos metidas en los bolsillos, viendo a cuatro gandules hacerse una foto en mitad de la calle.

Aquellos chicos del paso de cebra eran los Beatles. Y aquella imagen (con Paul Cole al fondo) acabaría siendo un icono del Pop e incluso del s. XX en general.


Yo no aspiro a ser recordado por toda la Humanidad. Me conformo con que dentro de 100 años alguien diga: "mi abuelo, que se apuntó a la Peña de un colgao que le mandaba mails. Un día acertó y por eso nos vinimos a vivir aquí a Martinica"

La semana pasada no fue. Sólo cobramos 1€. ¿Será esta semana?


Otro cuya proeza ha llegado hasta nuestros días es Sosígenes. Éste sí que era un hacha: Julio César le encargó que ideara un calendario (el calendario juliano) y el tío no me preguntéis cómo, calculó que un año duraba 365 días y 6 horas. Y que entonces, para compensar la desviación, había que incluir un día más cada cuatro años (6h.x4=24). Y se hacía en febrero porque era el último mes del calendario romano.

Ésa es la explicación de por qué el lunes seguirá siendo febrero.



Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Sólo una duda: ¿Kiribati o Martinica?