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viernes, 16 de octubre de 2020

Juan sin miedo

 

Tenemos la costumbre los humanos, al menos los del hemisferio norte, de valorar nuestra felicidad siempre con la misma unidad de medida. La pasta.

Pero hay gente rara que utiliza otros patrones. Y estos casos a su vez, también se pueden dividir en dos:

  • Por acumulación. Cuanto más, mejor. Por ejemplo, cuantos más amigos, cuanto más cariño obtenga o cuantos más goles meta su equipo, más feliz es.
  • Por ausencia. Sería lo contrario de lo anterior. Cuanto menos se tenga, mucho mejor. Un ejemplo claro sería la gente sin problemas.

He llegado a esta chorrada de conclusión inspirándome en el caso de Alex Honnold. Porque en realidad, el título de este post no debería ser Juan, sino Alex sin miedo.

 

Este tío es feliz. No tiene pinta de estar forrado (aunque posiblemente lo esté). Pero es indiferente. Él es feliz, simplemente porque no conoce el miedo.

 

Que no sabes quién es Alex Honnold ¿no? No te preocupes, yo hasta hace unos días tampoco lo sabía. Es uno de los tres mejores escaladores del mundo y el mejor en escalada libre. Y cuando digo libre, es libre. Sin cuerdas, sin arnés, sin casco. En realidad, el casco... ¿para qué? 

 

Cuando tengáis un ratito, no os perdáis por favor este vídeo: https://youtu.be/FRGF77fBAeM

 

La revista científica Nautilus publicó un artículo sobre un estudio neurológico que se le hizo a este muchacho y en el que se determinó que aunque sí tenía amígdala, que por lo visto es el centro del miedo en el cerebro, y presentaba un aspecto sano, cuando le mostraban imágenes intensas, esta no reaccionaba ante ningún estímulo, ni generaba secreción de dopamina.

 

Esto significa, por favor ved el vídeo, que cuando está ahí arriba, no tiene ni la más mínima sensación de miedo. Está a 2000 metros del suelo y a 300 de la cima, apoyado en el pie derecho y en el dedo corazón de la mano izquierda, y el tío tiene menos preocupaciones que yo paseando un domingo por la Gran Vía.

 

En fin, que como nuestras amígdalas funcionan perfectamente, nos vamos a ir por el camino tradicional hacia la felicidad, que es acertando estos numeritos

 

 

Y yo que pensaba que las amígdalas tenían que ver con las anginas...

 

 

 

 

 

...a lo mejor de ahí viene lo de 

 

que se te ponen de corbata.