Hola ños.
Recuperamos un eurete de la semana pasada, 
pero vamos, que no estamos aquí para eso. 
Después de un otubre malo, espero que noviembre sea abracadabrante. A ver si 
estamos de norabuena y 
conseguimos por fin el sueño de coger la toballa e irnos a capuzar a los mares del Pacífico. Y ya de paso, 
entre güisqui y güisqui nos dedicamos a mirarle 
el culamen a las nativas 
(bueno, y vosotras a los nativos, que hay mucha mujer en la Peña). Que ya está 
bien de arremangarse y 
trabajar como unos pinchaúvas para que en casa no falte nunca un 
plato de almóndigas.
Y es que tenemos que tener claro el conceto, que no es otro que 
acertar el Euromillones de mañana viernes con alguna de estas combinaciones que 
jugamos
Seguro que con tanta combinación sólo me he 
dejado sin poner 6 ó 7 números. Por tanto ya sabéis, ésos son por los que tenéis 
que apostar… Luego no me digáis que no os lo pongo 
fácil.
Y esto es todo por hoy. Me podréis 
reprochar que es corto, pero no que está mal escrito. Porque todos los palabros que os marco en otro 
color son palabras de reciente aceptación en el Diccionario de la Real 
Academia. 
¡Manda uebos!
Aunque mira, precisamente la de uebos es de 
las pocas palabras que no me han parecido del todo mal. Os explico por qué. 
Porque dicen que viene del latín “opus” y se define como “necesidad, cosa 
necesaria”. Es decir que toda la vida hemos hecho las cosas por huevos, pensando 
que las hacíamos por cojones y no tiene nada que ver. No es ese tipo de huevos. 
Y oye, a mí cuando me explican las cosas y me dan un razonamiento medio lógico, 
lo acepto. Pero que me digan que ahora se puede decir albericoque… de eso nada. Por ahí sí que no 
paso.
En este listado hay otras palabras 
curiosas, como zangolotear o agílibus. Es más, yo tengo unos cuantos amigos 
que son unos auténticos agílibus. Incluso alguno es un agibílibus. Y mira que es una 
cosa buena eh, porque se refiere a la habilidad de desenvolverse en la vida (lo 
que siempre se ha llamado “inteligencia emocional”), pero la verdad es que me da 
un poco de corte decírselo a la cara. 
Desde luego, como siga así la Real Academia , no 
vamos a poder ni contar el chiste del tío que va a una entrevista de trabajo a 
la NASA. Sí  
hombre, el de…
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Ingeniero aeroespacial 
licenciado en Harvard. Máster en Telecomunicaciones por la Universidad de Ohio. 
Doctorado en Yale. ¿Por qué está usted interesado en trabajar en 
NASA?
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Pacer 
cobetes
Ya os digo, la Academia es capaz de aceptar 
esos palabros también y nos revienta el chiste.
En fin, os dejo. No vaya a ser que con 
tanto vocabulario nuevo os dé un apechusque (que también está 
aceptada).
Buen fin de semana. Y a por los 100 kilos 
de mañana.
LA PRESILLA
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