viernes, 23 de febrero de 2018

163 millones

A ver, vamos a aclarar términos, que yo creo que hasta que no estén todos los flecos bien cerrados no nos va a tocar: cuando digo “libres de impuestos”, no me refiero a que no vayamos a pagar impuestos, quiero decir que a los 163 millones (porque esta noche ya jugamos para 163), le aplicamos la retención de Hacienda del 20%, es decir que se queda en 130.400.000€, y eso lo repartiríamos entre los 144 que somos.

Por eso digo (ahora) más de 900.000€ libres de impuestos para cada uno, que para ser más correcto, debería decir una vez aplicada ya la retención.

Y ya que estamos con este tema, os tengo que decir que me repatean los anuncios en los que se presenta a bombo y platillo lo de “los días sin IVA”, “llévatelo y no pagues el IVA”, etc, etc.

No me refiero a cosas tan obvias como que se prohiban los cigarrillos de chocolate porque incitan a fumar, que también, porque estos anuncios incitan a evadir impuestos. Me refiero a que hay un órgano estatal que se dedica a vigilar la legalidad de los contenidos en la publicidad (se llama Autocontrol) y que no permite que un Minion se mueva en el spot porque da a entender que interactúa con el producto anunciado, y sin embargo permite que una tienda de cacharros electrónicos te diga que eres tonto si no los compras sin pagar el IVA.



Perdonad la chapa de hoy, aunque me sé de uno que va a saber por dónde voy. Un abrazo.

La Peña y la cuestión catalana.

¡Venga ya hombre! ¿Nos hemos vuelto locos?

Estamos todos del tema catalán como para que me ponga yo aquí también a hablar de eso. Quita quita…

Yo sigo con lo mío.

Y ya que estoy, os voy a explicar cómo funciona esto porque no es nada frecuente que suceda y la norma no es muy conocida:

Cuando no hay acertantes de 5 números y 2 estrellas el premio se va acumulando de tal manera que el Bote sigue aumentando. Pero por lo visto, no sé qué normativa no permite que supere los 200 millones. Entonces si el Bote llegara a 190, que estamos cerca, se mantendría el mismo importe durante 5 sorteos (salvo que alguien se lo lleve, claro). Y en el siguiente sorteo, se repartiría sí o sí.
Si no hay acertantes de 5+2, se repartiría en la siguiente categoría (5+1).

Pero vamos, es tontería. Porque los cinco números y las dos estrellas que van a salir esta noche están contenidos en alguna de las combinaciones que os presento y que son las mismas que jugamos en los últimos cuatro sorteos


Otra cosa importante. Como vuestro “compromiso” es invertir 2,50€ a la semana en esto y estamos duplicando, el que quiera renunciar a la participación de hoy que me lo diga.

Pero vamos, si queréis buscar alguna similitud entre la Peña y la cuestión catalana, sin duda la hay: que todos queremos pasta.



Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Bona sort.

130 millones

Piénsalo. 130 millones. Es verdad que Hacienda te da un mordisco. Pero bueno, piensa en 104 millones.

Problemas.

Que si le doy uno a cada hermano. “Qué rata, solo uno” será todo lo que oirás. Que si con Fulanito hay que tener un buen detalle que se portó muy bien cuando... Ya estará ahí tu cónyuge para decirte que de ninguna manera. Y si lo propone tu cónyuge, ya serás tú quien diga que no.

Problemas en casa.

Pero una vez que “repartes” lo que consideras, te siguen quedando ¿cuánto? ¿95 millones? ¿100?

Con 100 millones tienes que cambiar de amigos, claro. Porque tu gente ya no puede mantener tu nivel de vida. Y si siempre pagas tú, se sienten ofendidos. Pero si no pagas por no ofenderles, te tachan de ruin. Nada, hay que cambiar de amigos.

Y de casa, claro. Te compras la acojocasa, con vecindario de la Jet Set (ese término ya no se usa ¿no?).

El caso es que tampoco terminas de estar del todo a gusto con este tipo de gente porque a ti, que te pongan un Negroni de Campari a las dos de la tarde para tomar el aperitivo, no te convence. Tú eres más de bravas y tercio de Mahou.

Por no hablar de los gastos de la casa. Que sí, que tienes mucha pasta. Pero aún así no te han educado para tirar el dinero y ese gasto de luz en jacuzzi te duele aunque tengas de sobra para pagarlo.

¿Y el trabajo? Dejas de trabajar, dejas de charlar con los compañeros a la hora del café. Dejas de comerte marrones que en el momento duelen, pero que luego hacen que sientas que las vacaciones te las tienes más que merecidas.

Dejas de tener vacaciones. Porque que tu vida sean unas vacaciones permanentes, créeme, no mola tanto.

Y te vas a jugar al golf. Los martes, al golf. Ese deporte asimétrico al que llegas tarde, porque tus vecinos llevan años practicándolo, y claro, como tú quieres ir a su mismo ritmo, te empiezan a aparecer dolores en grupos musculares que no sabías ni que existían.

En definitiva, que los 130 millones para una sola persona, aparte de ser inmoral, pueden llegar a ser hasta una putada.

Pero ahora cambia el escenario.

Te caen 720.000€ libres ya de impuestos (que lo he calculado). No tienes que repartir con nadie porque es un premiazo, pero no como para ir dando dinero a nadie. Además, el que hubiese querido, que hubiera participado.

Reduces un poquito la cuota de la hipoteca para vivir con más tranquilidad. O directamente te la quitas. Y partir de mañana, sigues viviendo igual que vivías, pero sin mirar en ningún momento la cuenta a ver si hay saldo o esta la cosa chunga. Y dándote esos pequeños caprichillos a los que antes renunciabas.

Y lo más importante: tus amigos también deberían estar incluidos en la Peña, con lo cual el nivel de todos sube por igual. Que un fin de semana queréis alquilar un catamarán por el Adriático... Pues ¡quién dijo miedo! Todos al Adriático.

¿Y de qué depende todo? Pues de que las bolitas coincidan con esto...


Muy importante: animad a vuestros amigos a que participen en la Peña de La Presilla, si no lo hacen aún. Que ellos estén forma parte de vuestra futura felicidad.



Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Hoy puede ser el
día menos pensado.






Sem. 36 Venancio

La profesora estaba siempre gritando:

- ¡Me vas a volver loca, Venancio! ¡Contigo ya no puedo más! ¡Venancio, eres un inútil!

Un día, la madre de Venancio fue a la escuela preocupada por el pésimo rendimiento de su hijo. La profesora le dijo que su hijo era un desastre, que tenía las peores notas del colegio y que ella, en 25 años de Enseñanza, nunca había visto un niño tan torpe.

La madre quedó tan asustada con esta sincera conversación, que decidió replantearse su vida (y la de su hijo) y se mudaron a Alemania para que Venancio estudiara en un centro especializado.

Veinticinco años después, a esta misma profesora le fue diagnosticada una grave enfermedad del corazón. Todos los médicos consultados coincidieron en que ella necesitaba una cirugía muy delicada y muy costosa que solo un famoso médico español que vivía en Alemania podía hacer. La profesora, ya sin esperanzas, decidió vender todo lo que tenía y con los ahorros de toda su vida, emprendió el viaje a Berlín para agotar la última oportunidad.

La intervención fue realizada por el genial médico que declaró que la operación fue un éxito absoluto.

Cuando ella abrió los ojos, sintió que toda la fuerza volvía a su cuerpo. Y vio parado a su lado a un bello y joven médico que le sonreía. Ella quiso decir unas palabras de agradecimiento, pero no pudo hablar... De repente, su rostro se puso azul, intentó levantar la mano y hasta quiso gritar pero no pudo hacerlo. No hubo tiempo para ningún tipo de reanimación. Murió ante el médico que intentaba entender qué es lo que había pasado.

Entonces, fue cuando el médico miró a su lado y vio a Venancio, que trabajaba en el Departamento de Mantenimiento del hospital. Él fue el que desenchufó el respirador artificial para poder enchufar la aspiradora.

¿Qué creías? ¿Qué Venancio se había convertido en un eminente cirujano cardiovascular…? Tú has visto demasiadas películas...

¡EL QUE ES TONTO, ES TONTO PA’TOA LA VIDA!

La historia que os traigo hoy no es mía, me la enviaron por WhatsApp el otro día. Pero la moraleja del cuento es real: LA GENTE NO CAMBIA

Os digo esto porque yo tonto no me considero, pero igual un poco cenizorro… Vamos, que si antes de que empiece la nueva temporada de la Peña decidís que mejor lo dejáis, lo entendería perfectamente.

Pero si os quedáis, prometo intentar cambiar. Voy a pasar de cenizorro a suertudo, ya veréis como nos va a ir mucho mejor. ¿Y por qué no empezar con el Gordo de la Primitiva de este domingo? Ahí os la dejo




Víctor M. de Francisco
      LA PRESILLA
No nos toca ni por enchufe.

jueves, 31 de agosto de 2017

Generosidad. CRIS

Soy lotero. No es una profesión que haga que me acueste por las noches sintiéndome un héroe. Ni es una profesión por la que la gente se vuelva loca, ni por la que los hijos se sientan orgullosos de uno (espero que por otros motivos sí lo estén).

Aún así, yo soy de las personas que creo que hay que sacarle el juguillo a la vida, y prefiero buscar el lado positivo de todo, incluso del trabajo. Por eso me embarco en proyectos aparentemente chorras, como el de contar cuentos todas las semanas. Porque me gusta y me divierte. Igual que me gusta hablar con la gente. Te enriquece.

Ahora en La Presilla nos hemos propuesto un nuevo reto. Os lo cuento. Sé que es abusar de vuestra confianza, pero creo que merece la pena:

Hemos iniciado una campaña de venta de Lotería de Navidad en favor de la organización CRIS contra el cáncer.

Para ello, he hablado con bastante gente involucrada en la organización. Y os quería contar mi conversación telefónica con una de las personas, de la que no diré... qué leche, si os voy a decir el nombre, porque estoy seguro de que a ella no solo no le importará, sino que le gustará; Se llama Marosa y es gallega.

Me dijo que sufre un tipo extraño de leucemia para el que no hay cura (tranquilos, que no pretendo contar penas). Solo hay tratamientos. Cuando se lo detectaron, le dijeron que su esperanza de vida se reducía a meses. Pero durante esos meses, descubrieron un nuevo tratamiento que le alargaba el horizonte unos dos o tres años. Durante este periodo volvió a haber suerte, y le pronosticaron 6 ó 7 años más de esperanza. Y así vive, salvando match-balls (como dice un amigo mío), "sin ninguna intención de morirse" (como dice ella misma), esperando a que salga otro adelanto que le regale otra bola extra.

Pero os cuento esto por lo increíble de la conversación. Y es que me preguntó cuánto dinero podría conseguir CRIS con la venta de Lotería. Y cuando le dije que 6.800€, se hizo un silencio en el teléfono. Duraría un par de segundos, no hubo palabras pero se percibía alegría, ilusión, esperanza... yo qué sé. Y de repente, ¿sabéis lo que me dijo? Me dijo: "¿6.800€? ¿Tú sabes la cantidad de cosas que se pueden hacer en la Unidad de Oncología Infantil con ese dinero?"

O sea, una tía a la que le han puesto una cuenta atrás, que solo le puede salvar la vida una investigación que está carente de recursos, y que además, alguna influencia digo yo que tendrá ella para dedicar los presupuestos a unos proyectos o a otros, coge y me dice que qué bien le va a venir a una Unidad que no es la suya...

Si algún día lees esto, ¡Olé tus cojones, Marosa! Nunca he conocido mayor muestra de generosidad.

Os paso el enlace por si queréis comprar un décimo: http://criscancer.loteriaslapresilla.com/penas 

Pero vamos, que esos décimos son otra guerra. Que nuestra Peña sigue confiando en los numeritos de Zoltar, aunque de momento, juguillo lo que se dice juguillo, no hemos conseguido sacar ni para dar de beber a una pulga.

Estas son las combinaciones que vamos a jugar durante todo el mes de agosto


Un abrazo a todo el mundo, y feliz verano.




Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Y yo jodido porque se me cuela
la viejecilla en el supermercado 

sábado, 22 de julio de 2017

Big. Va a ser Big.

El otro vi una peli que se llama Fundador. No. No está patrocinada precisamente por el brandy. Es más de hamburguesas.

Pensaba comentarla hoy porque me sentí bastante identificado con uno de los protagonistas y además, tiene mucha miga. Pero claro si os la cuento, al que no la haya visto se la reviento. Así que vamos a hablar de otra: BIG. La clásica de Tom Hanks. La de la tienda de juguetes con el piano en el suelo. Que por cierto, ya no existe.

Esta sí os la puedo contar porque seguro que la habéis visto. Y si no es así, da un poco igual porque es la típica película que, o ves a los 15 años, o si no, tampoco tiene mucho sentido.

Trata de un chaval que está en esa edad en la que todo el mundo le trata como un niño, pero él quiere que se le considere un adulto. Y una noche, estando en un parque de atracciones, encuentra la máquina de Zoltar. Un genio que es capaz de hacer realidad cualquier deseo. El chico entonces, pide hacerse mayor. La máquina le dice que su deseo está garantizado y se va a casa sin ningún cambio aparente. Pero cuando se despierta por la mañana, descubre en el espejo del baño que tiene la apariencia de una persona de 30 años. Su deseo se ha visto cumplido.

Y a cuento de qué todo esto, os preguntaréis.

Yo creo que os deberíais sentar. Y si estáis sentados, agarraos bien a la mesa: porque… ¡¡he encontrado la máquina de Zoltar!! Esta es la prueba



Habrá quien piense que solo me hice la foto. Pero no. Eché un dólar. Alguno de vosotros incluso pensaréis que la utilicé en mi propio beneficio. Podía haber pedido salud. Podía haber pedido que me salga pelo. Pero no. Soy un profesional de lo mío. Y lo que le pedí a Zoltar es que nos toque un gran premio en nuestra Peña.

No, de verdad. No me lo agradezcáis. Simplemente es mi trabajo.

Es cierto que hay gente que piensa así de mal. Es más, los hay peores; No paro de trabajar. Me rompo la cabeza por buscar las mejores opciones para vuestras inversiones, me cruzo el mundo solo para encontrar la manera de conseguir que vuestros deseos (y los míos) se hagan realidad. La semana pasada mis investigaciones me llevaron hasta Coney Island. Y todavía hay gente que me dice que qué morro tengo. De verdad, no lo puedo entender. Es increíble.

Bueno, lo increíble en realidad, viene ahora. La primera alegría es que me salió un boletito que os he escaneado por delante y por detrás, en el que dice que nuestro deseo está otorgado.

La segunda coincidencia es que si os fijáis, en ese boleto, en pequeñito (yo al principio no lo vi), aparece una combinación de 6 números, “Your lucky numbers”. Podía haber sido de 10 o de 12, pero no. Era de seis números. Es más, podía haber habido números del 1 al 100. Pero tampoco. Todos caben en La Primitiva, en la Bono Loto

El problema es que antes de irme de viaje ya había dejado preparada la Peña de todo el mes de julio. Y no íbamos a poder jugar esas combinaciones hasta agosto.

Pero, aquí viene la tercera coincidencia, agarraos más fuerte aún por favor, resulta que el lunes sellé personalmente los boletos que había dejado preparados. Os enseño la participación que se ha vendido por ventanilla para que veáis que no miento


Y resulta que estaba mal calculado y que lo jugado era muchísimo menos que el presupuesto que teníamos previsto. Es decir que teníamos que ampliar el número de apuestas a jugar.

No sé. ¿No os parece misterioso? ¿No tenéis un gusanillo en el estómago como de que algo grande va a pasar? Han pasado 3 días y yo sigo taquicárdico.

Os presento la última foto de hoy, que es la buena


Como veis, ahí sí están los números de Zoltar. Y jugamos todos los días del mes de julio. De hecho, ya empezamos el lunes pasado.

Los boletos sellados son válidos para dos semanas. Un sistemilla que sacó Loterías para el que se quiere ir de vacaciones y se quiere llevar los boletos hechos.

Como os decía, estos reintegros (excepto los del Lototurf) son para dos semanas, con lo cual la semana que viene no recibiréis correo presentándoos ninguna combinación. Pero quién sabe, a lo mejor sí que recibís un correo anunciándoos una buena noticia…



Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Ezte verano noz van a Zoltar
un montón de pazta, ya lo veréiz.


Lealtad

Os traigo la historia del lugar que va a ser a partir del lunes, vuestro principal foco de atención.

Hoy en dia, hablamos del muro de Berlín, del que quiere plantar Trump en la frontera con México, etc. Pero ya en la década de 1630, cuando la ciudad de Nueva York era una colonia holandesa, se construyó un muro de casi medio kilómetro en la parte baja de la isla de Manhattan para evitar que los habitantes de Nueva Inglaterra, los británicos o los nativos americanos, invadieran el lugar. A lo largo del muro los colonos instalaron tiendas y almacenes, y pronto se formó ahí una calle con una intensa actividad comercial en la que se intercambiaban alimentos, animales, tabaco, monedas, pieles y otras mercancías. La gente comenzó a llamarla Wall Street (‘calle del muro’). Fue ahí donde a comienzos del siglo XIX nació la Bolsa de Valores de Nueva York (The New York Stock Exchange), actualmente el principal mercado bursátil del mundo.

Conectada con el Río Hudson y el Río Este, Manhattan se convirtió en un importante centro de comercio cuyas transacciones se llevaban a cabo al aire libre, principalmente en Wall Street, donde se formaba un gran alboroto, sobre todo al mediodía. Wall Street se llenó de personas que a diario negociaban libremente con bonos y acciones. Pero como lo hacían de modo desorganizado porque no existía un reglamento, existían muchos fraudes y muchas falsificaciones de bonos. Cansados de la situación, en marzo de 1792 veinticuatro comerciantes se reunieron en secreto en la habitación de un hotel para discutir cómo poner orden al negocio de valores. El 17 de mayo de aquel año firmaron, bajo la sombra de un árbol de sicomoro (que sigue estando allí), el llamado "Buttonwood Agreement", en el cual se establecían reglas para comerciar con acciones.

Como curiosidad, os diré que a la caída del 29 estuvo a punto de acompañarle otra caída: la de las estatuas que aparecen en el frontis de la fachada, por su excesivo peso. En concreto, una que representa la Lealtad.
¿Cuál fue la solución? Pues para aligerarla, decidieron dejarla hueca.
No deja de ser curioso que la Lealtad de La Bolsa de Nueva York esté vacía por dentro. Es todo un síntoma.
Mi lealtad hacia vosotros, sin embargo, es sólida como un lingote de oro. Prueba de ello es que aquí estoy, en el otro extremo del mundo, deseándoos mucha suerte con estas combinaciones