sábado, 22 de julio de 2017

El destino, las corrientes y los patitos de goma.

La verdad es que esto de sentarme cinco minutos a escribir es una terapia de lo más recomendable. Reduce el estrés. Aunque a veces no me sea fácil encontrar un tema del que hablar.

Esta semana me he encontrado con un suceso curioso que ocurrió en 1992. Os cuento:

Un carguero mercante procedente de Hong Kong, sufrió algún tipo de accidente, de tal manera que la puerta de uno de los contenedores que transportaba se abrió, "liberando" al mar 29.000 juguetes infantiles de baño (castores rojos, ranas verdes, tortugas azules y sobre todo, patitos amarillos). Todos ellos con una misma particularidad; eran de goma y no tenían válvula ni agujeros. Es decir, eran estancos, por tanto flotaban porque no se podían llenar de agua.

Podéis buscar en Google: "Friendly floateers".

El caso es que lo que resultó ser un desastre para la Ecología mundial en general y para The First Years ICC en particular, que era la empresa que comercializaba los juguetes, acabó siendo la mejor herramienta de trabajo para dos oceanógrafos estadounidenses. Ebbesmeyer e Ingraham estudiaban las corrientes superficiales del océano a partir de boyas con dispositivo de rastreo por satélite. Pero desde entonces, incorporaron a su estudio, la relación de lugares donde acababan apareciendo patitos de goma. Y no creáis que es moco de pavo:

Alaska en el 92, Washington en el 96, después Japón, el Estrecho de Bering. En 2003 se encontraron algunos en Nueva Inglaterra, Canadá o Islandia. Y hoy en día siguen camino hacia Groenlandia, Gran Bretaña y por qué no, España. Atentos cuando os bañéis en la playa porque hay quién paga hasta 1000$ por uno de estos Friendly Floateers.

Por lo visto se conocía la presencia de las corrientes marítimas, pero esto ha valido, entre otras cosas, para calcular cuánto se tarda en hacer el giro completo. Y parece que están comprobando que los residuos depositados en esta zona del mar pueden llegar a estar hasta 30 años como máximo sin tocar tierra firme.

Así que paciencia. Porque llevamos ya unos añitos a la deriva, pero no vamos a esperar a cumplir el plazo máximo de 30 años. Estoy seguro de que con esta participación vamos a desembarcar directamente en las costas de Kiribati.



Un abrazo.

Feliz puente.



Víctor M. de Francisco
   LA PRESILLA
Somos un poco patos
Somos muy friendly
Y también somos estanco.





El Rayo, Lutero y el Canal de Isabel II

Pues hoy os pensaba hablar del Rayo Vallecano. Ese equipo de barrio, de nuestro barrio, que juega en Segunda División. Ese equipo cuya afición es capaz de echar para atrás el fichaje, ya firmado, de un jugador por su supuesta condición de neonazi.
Y había investigado para ello. De hecho, había encontrado datos súper curiosos. Por ejemplo, ¿sabíais que el penúltimo concierto de Queen fue en el campo del Rayo?
Pero la actualidad manda. Y lo más actual es que he visto en Facebook que hay una exposición de Lutero en el Ateneo de Madrid. Este monje del s.XVI provocó una revolución en las estructuras sociales, la Política y la manera de entender la Educación. Se rebeló entre otras cosas, contra el Papa porque decía que al Cielo se llegaba creyendo en Dios y no pagando bulas papales. En definitiva, era una manera de protestar contra la corrupción.
Y digo yo, ahora que venimos de días de Resurrección, ¿no podría resucitar este buen hombre un ratito y pasarse por España? Porque después de 5 siglos, parece que seguimos igual. Hoy en día sale corrupción hasta por el grifo (triste actualidad).
Pero volvamos a lo nuestro. Que resulta que los décimos del jueves vienen cada semana desde hace meses, con un escudo de un equipo de fútbol. Y esta semana le toca el turno al Rayo Vallecano. Así que no podía desaprovechar esta oportunidad y me he jugado 100 décimos para optar a todas las terminaciones, de la 00 a la 99.
No os digo los números que me los tengo que "picar" todavía todos uno por uno.
Pero luego los subiré a la web para que los podáis consultar.
Un abrazo.

Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Esta semana jugamos en casa




Trogloditas

Advertencia: el texto de esta semana puede herir la sensibilidad de algunas personas.

¿Recordáis la canción de Siniestro Total?

Te mataré con mis zapatos de claqué 
te asfixiaré con mi malla de ballet 
te ahorcaré con mi smoking 
y morirás mientras se ríe el disc-jockey 

Y bailaré sobre tu tumba 

Te degollaré con un disco afilado 
de los Rolling Stones, o de los Shadows 
te tragarás la colección de cassettes 
de las Shan-Gri-Las o de las Ronettes 

Y bailaré sobre tu tumba 

Te clavaré mi guitarra 
te aplastaré con mi piano 
te degollaré con mis platillos 
te trepanaré con mi órgano Hammond 

Y bailaré sobre tu tumba


¡Qué borricos! Cómo ha cambiado la historia. Pero no creáis que es un caso aislado. Loquillo y los Trogloditas tenían una que se llama “La mataré”, que no daba tanto detalle, pero el fin último era el mismo. Y muchas más.

Ahora nos llevamos las manos a la cabeza, pero esto lo hemos bailado todos en las fiestas de verano. Y lo veíamos de lo más normal.

A veces nos creemos que la educación solo se imparte en los colegios, pero quizá de aquellos polvos vengan ahora estos lodos.

No sé..

Os dejo la participación de esta semana por si vosotros erais más de la canción de El Violinista en el Tejado, la de “Si yo fuera rico…”

.

La edad

Desde hace unos días tengo un sentimiento que no sé definir. No sé ni siquiera si es bueno o es malo. A ver si me podéis ayudar...

El tema es ya me van cayendo un porrón de años, y la mala forma física en la que me encuentro y la ausencia de pelo en el ático tampoco invitan a que la cosa vaya mucho mejor. Ya sabéis, el que te hablen de usted, el que te llamen señor... vamos, que cualquier día me ceden el asiento en el autobús. Sí, sí, reíros, pero a muchos de vosotros también os pasa, a ver si no lo vais a reconocer.

El caso es que a pesar de estos detalles, yo me siento fenomenal conmigo mismo y nunca he tenido demasiadas "comeduras de tarro" con estas cosas. Pero sí es verdad que siempre he pensado que la calvorota, las bolsas en los ojos, etc. le van haciendo a uno mayor.

Sin embargo, y aquí es donde viene la historia, nos fuimos a esquiar unos días y me pasó dos veces, que me subí a un telesilla enfundado en mis esquís, mi pantalón, la cazadora, los guantes, la braga, las gafas, el casco... y el de al lado me habló de usted.

Y joder, al principio me mosqueó. Parezco un "carca" hasta cuando no se me ve.

Pero luego, reflexionando sobre la chorrada, llegaba a la conclusión de que tenemos un aspecto, una comunicación gestual o no sé qué narices, que da igual cómo seamos. Y al final eso es bueno; hay que ser feliz en cada momento con la edad que toca. Y da igual que seas gordo, calvo, bajo o cojo. La gente te va a ver como una persona de tu tiempo y punto.

Conclusión: da igual el aspecto físico, de lo que se trata simplemente es de ser feliz. Y yo os traigo la receta ideal para llegar a la felicidad por la vía rápida. Esta es



Yo sigo dándole vueltas a lo del telesilla... No sé, igual llevaba los cascos muy altos y se escuchaban las canciones de Mocedades. 

Un abrazo muy fuerte.


Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Ofreciendo Fortuna
desde 1.924


Sem. 12

Hoy os traigo una buena noticia que ya muchos de vosotros conocéis. Y no. No son los 30 céntimos que cobramos la semana pasada. Es una noticia que nos traerá luz y alegría. Y es que este fin de semana cambian la hora. El sábado, a las 2 serán las 3.

Es el cambio que gusta a todo el mundo. Es de las pocas cosas en la que parece que todos los españoles estamos de acuerdo. Lo que no entiendo es por qué no lo dejan así todo el año. La explicación oficial es por un tema de ahorro energético (que estaría por ver). Pero yo creo que hay una explicación mucho más espiritual: la del famoso Ying y Yang.

Tenemos una época del año en la que anochece prontísimo, salimos de trabajar (los que trabajamos de mañana) casi de noche y todo eso, para que luego nos dé más alegría cuando llega el cambio de hora. Es como lo de trabajar. Lo hacemos para disfrutar muchísimo más de las vacaciones (aparte del detalle económico, claro).

En La Presilla también estamos viviendo nuestro Ying particular. Años y años de oscuridad, nubarrones y algún que otro reintegro. Pero quién nos dice que esto que os presento no sea (ya por fin) el Yang


Lo que no me queda claro es qué ocurre en otros países. Porque esta Peña llega más allá de nuestras fronteras. Ahora mismo, quizá Ana la esté leyendo en Japón. Y Carlos o Raquel la pueden estar leyendo en Suecia, que digo yo que ahí, por mucho que cambien la hora, va a seguir haciendo un frío de narices. Todo lo contrario que Fer, porque en Canarias, por muchas vueltas que le quieran dar al reloj, siempre se está de lujo.

En fin, ya nos enteraremos.




Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Ya va siendo hora.


Parálisis por análisis.

El templo estaba en las montañas y era custodiado por un maestro y un guardián. Pero un día el guardián murió y el maestro reunió a sus discípulos para elegir un sucesor. Todos se sentaron en el suelo de la gran sala y el maestro colocó en el centro un precioso jarrón de la más fina porcelana china con una rosa recién cortada dentro de él. Señalando la vasija, les dijo: “éste que veis aquí es el problema. El primero que sea capaz de resolverlo tendrá el gran honor de ser el nuevo guardián”.

Se quedaron absortos mirando el florero. Todos estaban paralizados pensando qué era lo que representaba, cuál era el enigma. Hasta que de repente, uno de ellos se levantó de un salto, se acercó, sacó la flor, la tiró al suelo y la pisoteó. Después cogió el jarrón con las dos manos y lo estrelló con todas sus fuerzas contra el suelo. Narra la leyenda que el recipiente se rompió en mil pedazos y que el joven samurái gritó “¡¡a tomar por culo el jarrón!!” (cada uno cuenta la historia como quiere, eso me lo tendréis que admitir) .

Entonces, ante el asombro de todos, el maestro se levantó, se acercó a él muy despacito y colocándole la mano en su hombro, dijo “señores, les presento al nuevo guardián del templo. Yo les dije que el jarrón era el problema. No importa lo bello o lo valioso que sea. Ustedes tenían el problema delante y lo tenían que resolver. Muchas veces nos sentimos paralizados porque en vez de afrontar los problemas, nos paramos a analizarlos. Da igual que sea una vasija milenaria, un amor que ya no tiene sentido o un camino que debemos abandonar. Solo existe una manera de solucionar un problema: atacarlo de frente. No debemos tener piedad, ni dejarnos tentar por el lado fascinante del conflicto”.

Y es verdad que los problemas tienen un raro efecto sobre la mayoría de nosotros. Nos gusta contemplarlos, analizarlos… hay gente que incluso parece regodearse en ellos. Vosotros sin ir más lejos. Cuántas veces habéis pensado “voy a decirle a este muchacho que me borre, que esto no toca nunca”, pero luego leéis la chorradilla de cada semana (que tampoco es que sea porcelana china) y os dejáis llevar.

Quiero recordaros que tenéis compromiso cero. Que lo podéis dejar cuando queráis. Total, seguro que existe la reencarnación… Ya iréis a Kiribati en otra vida.

Os presento el jarrón de esta semana


A ver si lo convertimos en un porrón (…de millones)

Suerte, mis pequeños saltamontes.





Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
A este paso, acabará siendo
una Peña milenaria.


El pelotazo, por fin

¿Qué? Hoy sí leemos el mail ¿eh? Claro, con ese título…

Pues sí, así es. La diosa Fortuna ha estado graciosilla porque mirad que es difícil acertar una combinación de entre los millones de combinaciones de La Primitiva. Que por cierto, os reconozco que no sé calcular cuántas combinaciones posibles hay. Pero estoy seguro que sean las que sean, son menos que la cantidad de puntos tridimensionales existentes en el espacio de una pista de pádel. No digamos ya las probabilidades de que en uno de esos puntos coincidan a la vez la pelota de pádel y mi ojo. Vamos, que el pelotazo me lo he llevado yo. Yo solito. Sin compartirlo con nadie.

Así que dejémonos de pedir que nos caiga un pelotazo o que nos suene la flauta, porque lo más probable es que el “tocapelotillas” del vecino de abajo nos dé el fin de semana preparando el examen de Música, que está visto que la Suerte se toma los deseos de forma muy literal.


Por tanto, este es un mensaje para la Suerte:

Suerte, queremos millones de euros. No queremos pelotazos, ni pellizcos, ni flautas, ni gaitas. Queremos millones de euros. ¿Ha quedado claro?

Buen fin de semana.


Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Parece que os ha mirado un tuerto