Aunque a simple vista pareciera que la semana pasada no mojamos, os tengo que decir que en uno de los tres boletos nos tocó el reintegro, así que hemos recuperado 1,20€ por participación.
Pero no es de eso de lo que os quiero hablar hoy, sino de algo más grande. Tan grande que no me atrevo a nombrarlo. ¿No os ha pasado nunca que sentís una fuerza interior que os hace estar seguros de algo que está por llegar? No estoy describiendo la isla del Hierro, me refiero a presentimientos. Como aquel penalti que falló Eloy, o aquellas actuaciones de Remedios Amaya o el Chiquilicuatre en las que, antes de que cantaran ya sabíamos que no pasarían del último puesto, o por ser positivos, esos épicos partidos de Nadal en los que parecía derrotado, pero todos sabíamos que acabaría ganando. Y los ganaba.
Puede que sea intuición o, como dice Torrente, tener desarrollado un quinto sentido. El caso es que últimamente se han ido sucediendo una serie de acontecimientos que parece que convergerán en algo extraordinario.
· Este verano os hablé de una herradura que me regalaron y que ha estado en mi coche hasta ayer, que me acordé de llevarla a la administración.
· La administración llevaba un tiempo un poco pobre de luz. Y hoy a mediodía (esto lo escribo el martes) por fin he encontrado el tiempo (y las ganas suficientes) para cambiar las luminarias por unas nuevas (por cierto de LED, que son más caras pero dicen que suponen un ahorro –ya os lo diré-).
· Hoy Álvaro, uno de los varios directores de banco que pertenecen a la Peña, me ha escrito porque quiere venir a verme.
· Pero lo más inquietante es que como vosotros sabéis, tuve una etapa en la que os hablaba de la conjunción de los unos. No recuerdo por qué, creo que empecé hablando de la alineación de los planetas una semana y por algún motivo aquello derivó en la secuencia repetida de unos.
Pues bien, esa fijación por los unos, unida a la cantidad de palos de ciego que llevo dados, me lleva a la conclusión de que esta semana nos lo tenemos que jugar al sorteo especial del 11/11/11 de la ONCE. Está claro.
Ésta es la participación, que va suplementada con un boleto de Bono Loto, también para el viernes 11.
Os giro la participación para vuestra comodidad.
No sabéis el trabajo que me ha costado colocar los 34 cupones en el escáner para que saliera el número y la serie de cada uno de ellos.
Por cierto, si queréis añadir más premoniciones, os diré que la última persona que se ha apuntado a la Peña y a la que aprovecho para dar la bienvenida, es Rafael. Un empresario que comercia con marisco en Mercamadrid.
¿No os suena bien? Un ejecutivo de un banco importante, una iluminación más potente y marisco, mucho marisco. No sé, diréis que me estoy volviendo loco, pero yo ya estoy nervioso.
Eso sin contar con la profecía del Chamán Freddy, que aseguró que algo grande ocurrirá antes de final de año.
Disfrutad de este fin de semana, porque puede ser el último fin de semana de vuestra otra vida.
El lugar en el que habitan
los números de tu suerte.
